«Si la situación sigue empeorando y los disturbios se vuelven incontrolables para el gobierno» de Hong Kong «el gobierno central no se quedará cruzado de brazos», sostuvo el embajador Liu Xiaoming, en Londres.
Asimismo, el diplomático acusó a la prensa de «desinformar al público» y aseguró que Beijing posee la fuerza suficiente para frenar las protestas que discurren estas semanas en Hong Kong.
En tal sentido, Xiaoming manifestó que las manifestaciones están «mostrando signos de terrorismo», por lo que el Estado podría «reprimir rápidamente» la situación.
En esa línea, Liu expresó que el gobierno de China «nunca» permitirá que nadie «socave un país por un camino peligroso, hacia un abismo peligroso».
Durante la rueda de prensa, aseguró que «Este extremismo ha provocado ataques a los policías, asaltos a edificios y la paralización del aeropuerto. ¿Habría permitido el Reino Unido que los protestantes ocuparan el aeropuerto, obstruyendo el tráfico y perturbando el orden social?», cuestionó.
Las protestas estallaron en julio por la oposición generalizada a un proyecto de ley de extradición, ahora archivado, pero desde entonces, se han expandido a demandas de democracia plena y responsabilidad policial.