Gobernador de Florida anuncia inicio de vuelos de deportación desde «Alcatraz de los Caimanes»

Los vuelos de deportación desde el centro de detención de inmigrantes en los remotos Everglades, conocido como el “Alcatraz de los Caimanes”, han comenzado y se espera que aumenten pronto, informó el viernes el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

Los primeros vuelos operados por el Departamento de Seguridad Nacional han trasladado a unos 100 personas desde el centro de detención de inmigrantes hacia otros países, indicó DeSantis durante una conferencia de prensa cerca de las instalaciones.

“Creo que verán un marcado aumento en las cifras”, dijo.

Las autoridades señalaron que dos o tres vuelos han salido del sitio hasta ahora, pero no dijeron a dónde se dirigieron esos vuelos.

Los críticos han condenado la instalación en el sur de Florida por considerarla cruel e inhumana. DeSantis y otros funcionarios republicanos la han defendido como parte del esfuerzo agresivo del estado para apoyar la ofensiva del presidente Donald Trump contra la inmigración irregular.

Construir la instalación en los Everglades y nombrarla en honor a una notoria prisión federal se pensó como un elemento disuasorio, han dicho DeSantis y otros funcionarios.

La Casa Blanca se ha deleitado con el aislamiento del área, a unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Miami, y el hecho de que está llena de pitones y caimanes. Espera transmitir un mensaje de que las repercusiones serán severas si se infringen las leyes de inmigración de Estados Unidos.

Trump ha sugerido que su gobierno podría reabrir Alcatraz, la notoria prisión en la isla de la Bahía de San Francisco. La Casa Blanca también ha enviado a algunos inmigrantes que esperan deportación a un centro de detención en la Bahía de Guantánamo, Cuba, y a otros a una megaprisión en El Salvador.

El centro de los Everglades fue construido en cuestión de días sobre 26 kilómetros cuadrados (10 millas cuadradas). Cuenta con más de 200 cámaras de seguridad y más de 8 kilómetros (5 millas) de alambre de púas. Una pista de aterrizaje adyacente facilita a los funcionarios de seguridad nacional trasladar a los detenidos dentro y fuera del sitio.

Actualmente alberga a unos 2.000 migrantes, con el potencial de duplicar la capacidad, destacó el viernes el director de Manejo de Emergencias de Florida, Kevin Guthrie.

DeSantis quiere que el Departamento de Justicia estadounidense permita que un juez de inmigración esté en el lugar para acelerar el proceso de deportación.

“Esto nunca fue pensado para ser un lugar donde las personas simplemente sean retenidas”, subrayó. “El propósito es ser un lugar que pueda facilitar una mayor frecuencia y número de deportaciones”.

Los críticos han cuestionado la afirmación de las autoridades federales y estatales de que el centro de detención es sólo administrado por el estado de Florida. Los grupos ambientalistas que demandan para detener la construcción y expansión adicional exigieron el jueves ver acuerdos o comunicaciones entre funcionarios estatales y federales y visitar el sitio.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) opera vuelos de deportación principalmente desde unos pocos centros, incluidos Harlingen, Texas; Alexandria, Luisiana; y Mesa, Arizona. Otros están dispersos por todo el país.

Hubo poco más de 200 vuelos en junio, según Witness at the Border, un grupo de defensa que analiza datos de vuelos. Fue el recuento más alto desde que el grupo comenzó a llevar un registro en enero de 2020. AP