El presidente francés, Emmanuel Macron, le advirtió a la Comisión Europea que es imposible concluir las negociaciones de un acuerdo comercial con el Mercosur y uno de sus portavoces agregó que el Gobierno entiende que la Unión Europea pondrá fin a esas conversaciones, que actualmente acoge Brasil. El anuncio de Macron tiene lugar en medio de las crecientes protestas de los agricultores franceses, que se quejan, entre otras cosas, de que un acuerdo con el Mercosur permitiría importaciones de alimentos baratos que no cumplen con los estrictos estándares del bloque europeo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió ante la Comisión Europea que es imposible concluir las negociaciones de un acuerdo comercial con el bloque Mercosur y su Gobierno afirmó que entiende que la Unión Europea (UE) ha puesto fin a las conversaciones en curso en Brasil, informaron fuentes de su despacho este lunes 29 de enero.
Ese acuerdo comercial, que llevó décadas de negociaciones, tuvo un punto determinante en 2019, cuando se llegó a un pacto político entre el bloque europeo y los países Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y actualmente también Bolivia), Pero, el acuerdo no ha sido refrendado para su aplicación.
«(Macron) ha reiterado muy firmemente a la Comisión el hecho de que era imposible concluir las conversaciones en estas condiciones», dijo un asesor presidencial francés a periodistas en una rueda de prensa previa a la cumbre de la UE del jueves.
El asesor agregó que la UE comprendió finalmente, que era imposible llegar a un acuerdo en este contexto y que las conversaciones de la UE con los países del Mercosur se detuvieron.
«Tenemos entendido que ha ordenado a sus negociadores poner fin a la sesión de conversaciones en curso en Brasil y, en particular, cancelar la visita del vicepresidente de la Comisión prevista para su conclusión», destacó la fuente.
La Presidencia francesa recordó las «líneas rojas» por las que rechaza ese acuerdo: la no integración de los acuerdos de París sobre el cambio climático, la ausencia de condiciones para evitar la deforestación y el hecho de que no hay garantías de reciprocidad en términos de reglas sanitarias y medioambientales para los productos agrícolas importados en la UE desde Mercosur.
El anuncio francés tiene lugar en medio de las crecientes protestas de los agricultores del país, quienes se quejan de los crecientes costos y las importaciones baratas y cuyos reclamos se suman a los hechos por ese sector de otros países europeos, incluidos Alemania y Polonia.
Los agricultores en Francia se oponen firmemente a las conversaciones en curso sobre un acuerdo comercial entre la UE y las naciones del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-, que, según dicen, permitiría importaciones de alimentos baratos que no cumplen con los estrictos. estándares del bloque.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil no ha emitido una respuesta sobre las declaraciones de Macron, pero una fuente del ministerio afirmó que las negociaciones comerciales entre Mercosur y la UE «no se llevan a cabo con países o presidentes individuales, sino entre Mercosur y la Comisión Europea».
Negociadores de la UE y Mercosur se reunieron en Brasilia durante dos días la semana pasada, pero informaron de «progresos limitados», según un diplomático involucrado en las conversaciones, quien se mostró escéptico de que el acuerdo pudiera concluirse antes de la reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) el próximo mes.
La oposición del Gobierno francés
El pasado 26 de enero, el primer ministro francés, Gabriel Attal, reafirmó la oposición de su país al acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, en medio de la revuelta de los agricultores franceses, que este lunes mantiene el bloqueo de numerosas carreteras y autopistas.
«Como ya anunció el presidente de la República (Emmanuel Macron), Francia se opone a la firma del tratado del Mercosur. Lo digo alto y claro», dijo el viernes Attal ante un grupo de agricultores en una explotación ganadera en el departamento de Alto Garona (sur de Francia).
Para el primer ministro francés, ese tipo de acuerdos «son una ley de la jungla», que termina por afectar a los agricultores franceses.
El portazo del Gobierno francés a ese acuerdo -que quedaría así invalidado porque los 27 parlamentos de los Estados miembros de la UE deben refrendarlo- ya lo había anunciado en diciembre en la Cumbre de la COP28 el propio Macron, quien había alegado la falta de reciprocidad de normas medioambientales entre Europa, consideradas las más exigentes del planeta, y Suramérica.
La negativa de Francia se registra días después de que los cancilleres del Mercosur, en un encuentro en Asunción, diesen por sentado la disposición de sus países de avanzar en la negociación de los asuntos pendientes con la UE, con miras a concretar la firma de un acuerdo equilibrado «a la brevedad posible».