Familias en Yemen casan a sus hijas menores a cambio de comida porque «es la única manera» de sobrevivir

hambre en yemen

La catástrofe humanitaria en Yemen obliga a las familias a forzar a sus hijas menores a casarse, porque los padres consideran que el precio que se paga por la dote de las menores «es la única manera» de sobrevivir en la difícil situación que atraviesa el país, comentó a RT Muhsin Siddiquey, director de Oxfam en Yemen, organización internacional que lucha contra la pobreza.

«Ellas pueden traer una dote, y eso puede proteger a toda la familia y a otros miembros de la misma», sostuvo Siddiquey.

Según el director, unos «10 millones están al borde de la hambruna» en Yemen. Además, los cuatro años de guerra en el país contribuyeron a «la peor crisis de cólera del siglo». «Si no se proporciona asistencia humanitaria a tiempo» y el suministro de alimentos «no funciona incluso por un día», podría llevar las «situaciones más catastróficas» para la sociedad yemení, afirmó Siddiquey.

Obligan a su hija de 3 años a casarse a cambio de comida
Los comentarios se produjeron después de que Oxfam publicara un informe sobre estas medidas desesperadas a las que recurren las familias. En ese marco, informó sobre el caso de una niña de apenas 3 años que se ha visto obligada a casarse para que sus padres pudieran comprar alimentos.

Según Oxfam, en el país árabe las menores no están obligadas a consumar el matrimonio hasta los 11 años, pero mientras tanto deben trabajar en el hogar de su esposo.

La organización señaló que aunque el matrimonio precoz es una práctica habitual en esa nación, es alarmante que se obligue casarse a las niñas a una edad tan prematura en un intento desesperado por comprar comida.

«Un desastre al borde de la hambruna»
Según datos de Naciones Unidas, unos 360.000 niños sufren de desnutrición severa y luchan por su vida a diario. Además, se estima que más de 80.000 menores de cinco años han muerto de inanición, y cada día 8 niños fallecen o resultan heridos en las zonas de conflicto.

Durante febrero, Makiah al-Aslami, médico principal de una clínica de desnutrición yemení en la ciudad de Aslam, controlada por hutíes, ya ha empezado a tratar a más de 40 mujeres embarazadas con desnutrición severa. «Entonces, en los próximos meses, vamos a tener 43 niños con bajo peso», indicó el médico.

Asimismo, señaló que desde finales del 2018, solo en su clínica se han registrado 14 muertes por malnutrición. «Es un desastre al borde de la hambruna», lamentó al-Aslami. «La única solución es detener la guerra», concluyó.

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El 26 de febrero la Organización de las Naciones Unidas anunció que busca 4.200 millones de dólares para prestar ayuda humanitaria a la población de Yemen, según afirmó su secretario general, António Guterres, durante la Conferencia de Donantes en Ginebra (Suiza).

Horas más tarde, Guterres comunicó que las promesas de donaciones ya alcanzaron los 2.600 millones de dólares, un 30 % más que el dinero prometido en un encuentro similar que tuvo lugar el año pasado.

A fines de febrero, el coordinador humanitario de la ONU, Mark Lowcock, indicó que 24 millones de personas en Yemen —alrededor del 80 % de la población— necesita ayuda, y que el país sufre la peor crisis humanitaria de nuestro tiempo.