La familia de un preso, “horneado hasta la muerte en su celda” en Alabama, sureste de EE.UU., lleva una demanda federal contra los empleados de la cárcel.
El recluso, Thomas Lee Rutledge, de 44 años, falleció de hipertermia el 7 de diciembre de 2020 en el Centro Correccional William E. Donaldson en el estado de Alabama, tal como ha comunicado este sábado la cadena local NBC News.
Según los informes forenses, cuando le encontraron a Rutledge inconsciente en su celda, ubicada en la unidad de salud mental, su temperatura corporal ya había superado los 42 °C, mientras la temperatura ambiental era de entre 38 °C y 40 °C.
La denuncia, presentada el pasado 30 de noviembre, acusa a los funcionarios penitenciarios, los guardianes y los contratistas que trabajaron en el sistema de calefacción y calderas en la instalación de “indiferencia y malicia deliberadas” que condujeron al fallecimiento del reo.
En este sentido, afirma que Rutledge “murió literalmente horneado en su celda por el calor excesivo generado por el sistema de calefacción de la prisión”.
La demanda precisa que los controles termostáticos del sistema de calefacción en la unidad de salud mental fueron “dañados o destruidos de manera negligente” durante unas reparaciones, así que el personal de la prisión era consciente del problema. Al respecto, indica que, antes de que ocurriera la muerte de Rutledge, los demás reos de la unidad se habían quejado sobre el calor excesivo.
EE.UU. es el país con mayor población penitenciaria en el mundo. Unos 2,3 millones de personas habitan en las cárceles federales y estatales del país.
Sin embargo, la gran inquietud surgida en los últimos años no es solo el alto número de presos, sino también el ambiente violento que se vive en los centros penitenciarios juveniles en el país norteamericano.