Fabricio Javier Pineda, oriundo del sector San Genaro del municipio San Rafael de Carvajal en el estado Trujillo, Venezuela, siempre estuvo ligado a la Iglesia católica, pues estudió en el seminario, pero fue expulsado por problemas de dinero.
También estuvo en Australia estudiando Teología, por lo que vecinos del sector donde nació realizaron en varias oportunidades obras benéficas para ayudarle a pagar sus estudios, los cuales no culminó.
Lazos con apostolado de Trujillo
Pineda trabajó como reportero gráfico en la Alcaldía de Carvajal y en el Concejo Municipal. Durante este periodo tuvo problemas económicos con personas cercanas al gobierno municipal.
Ya en Quito, Pineda gozaba de los beneficios de la Iglesia tras engañar a las autoridades, por ello le habían asignado un apartamento con todo pago, aunque cobraba hasta 30 dólares por cada misa que realizaba.
Durante el tiempo que se hizo pasar por sacerdote, realizó matrimonios, bautizos, confesiones y otros actos religiosos que ahora deberán ser revisados por las autoridades eclesiásticas en Ecuador.
La Arquidiócesis de Quito emitió un comunicado en el aclararon que Pineda realizaba labores en el ministerio católico dentro de los límites de esa arquidiócesis, situación que fue desmentida en investigación realizada por las autoridades eclesiásticas de Quito con la colaboración de la Diócesis de Punto Fijo, Venezuela.
Este viernes un representante de la Iglesia del estado Trujillo aseguró que el joven había pedido una carta de buena conducta al obispo Carlos Cabezas, de Punto Fijo, documento que uso para forjar su credencial como sacerdote supuestamente ordenado en 2012; el cual utilizó en Ecuador.
Autoridades eclesiásticas están tras la pista del venezolano, quien según informaciones extraoficiales habría recibido la nacionalidad ecuatoriana por ser “sacerdote”; sin embargo, hasta el momento no han trascendido datos sobre su paradero.