Evo Morales descarta reelección indefinida y dice que no es el papa

El presidente de Bolivia, Evo Morales, defendió hoy la convocatoria de un referéndum para optar a un cuarto mandato y descartó la reelección indefinida pese a las muestras de afecto del pueblo porque, recuerda: “Evo no es el papa”.

En una entrevista con Efe en Roma, etapa de su gira europea, Morales habla tranquilo y asegura que su decisión de optar a un tercer mandato tras la refundación del Estado Plurinacional responde “al pedir del pueblo”.

Recordó sus primeros años al frente del Gobierno, en concreto los dos primeros, cuando recorrió el país andino dotando a cada municipio con dos tractores.

“Una hermana, de pollera y traje originario, se subió al tractor, no donde se sienta para conducir, sino al motor, y miraba al tractor y lloraba, lloraba y lloraba. Ese mismo día, he visto pancartas que decían ‘Evo hasta el 2050′. A mi me sorprendió”, rememoró.

No se trata de un caso aislado sino que a lo largo del tiempo el exsindicalista ha seguido recibiendo estas muestras de apoyo y, el año pasado, llegó a ver letreros con consignas como “‘Evo por siempre’, ‘Evo 2025′ o ‘Evo 2050″, dijo.

Morales recuerda esos tiempos y sonríe: “Cuando decían ‘Evo por siempre’ a veces decía: ‘Por favor, Evo no es el papa’”.

El próximo 21 de febrero se celebrará un referéndum en el que el pueblo boliviano estará llamado a decidir si se modifica el artículo 168 de la Constitución, lo que le permitiría participar en los comicios de 2019 y optar a un cuarto mandato.

Nada más comenzar la entrevista, en un hotel del centro romano, el mandatario saca a colación uno de los temas prioritarios: la reivindicación de Bolivia de contar con acceso al mar, perdida en la “Guerra del Pacífico” de 1879.

“Quiero decir que estamos en tiempos de paz. No estamos en tiempos de invasión, para una dominación. De integración. Para un trabajo de complementación. Estamos en tiempos de interacción para la liberación de nuestros pueblos”, defendió.

Morales asegura contar con el apoyo de “casi todo el mundo”, incluso con el del pueblo chileno, y para trazar su estrategia en este delicado asunto dio la vuelta al lema de Chile (Por la razón o la fuerza) y llamó a emplear “la fuerza de la razón”.

La economía está muy presente en su discurso y el mandatario es consciente de que una de los problemas que afectan a su país es la caída del precio del petróleo, habida cuenta de que exporta gas y que su precio se fija en función del barril de crudo.

Sin embargo, comparó la situación actual con la de 2005, previa a la privatización que impulsó un año más tarde y cuando Bolivia contaba con una renta petrolera de 600 millones de dólares.

“El año pasado, en su mejor momento, fue de 5.400 millones de dólares de renta petrolera. Ahora con la caída del petróleo, bajó a 3.500 millones de euros. Pero no son 600. Sigue yendo bien, pero a otros ritmos”, dijo, antes de zanjar que la caída del petróleo “afecta pero no decide el crecimiento económico” del país.

El presidente boliviano subrayó, con semblante serio, que el principal problema de su país es “el tema tecnológico y también de conocimientos” y afirmó que de nada sirve construir una planta petroquímica si no hay profesionales que sepan dirigirla.

“La Universidad Técnica de Berlín nos ha abierto diez plazas por año para que vengan a hacer doctorados en temas específicos. Saludo, respeto, admiro y hasta envidio el conocimiento científico de Europa como también su desarrollo tecnológico”, confesó.

Morales dijo que su país, “entre comillas”, necesita “la presencia de Europa” pero, al mismo tiempo habló de una “nueva Bolivia”, un país que, según sus previsiones, este año será el que más crezca en América Latina cuando en 2005 era el último.

Asimismo destacó su lucha contra la pobreza, reducida del 38 % al 18 %, se mostró convencido de que este año se fijará en el 15 % y celebró que dos millones de bolivianos hayan accedido a la clase media, el 20 % de la población global.

Por eso afirmó que su intención será buscar inversiones del sector privado internacional, incluso de Estados Unidos, pero siempre y cuando actúen “como socios, no como dueños”.

En su “proceso del cambio”, Morales ha incluido a los 850.000 menores que trabajan actualmente, una situación que planea ir “erradicándola poco a poco”.

También se refirió a los problemas de la Justicia e insistió en que en esa “nueva Bolivia” representa “el mayor problema”. Por eso apostó nuevamente por la colaboración con Europa para poder afrontar esta situación, marcada por “la corrupción y la extorsión”.

Morales concluyó la entrevista abordando su tema predilecto, el fútbol: Aseguró que en España sigue desde pequeño al Real Madrid pero en el ámbito internacional prefiere el Barcelona. EFE