En los últimos años el monte Everest ha sufrido una masificación de afluencia que no solo ha provocado que se recojan toneladas de basura, sino que también incrementen el número de fallecidos en sus laderas.
Por este motivo, el gobierno nepalí, en colaboración con el comité que se encarga del Everest, ha optado por crear una nueva normativa para restringir el número de escaladores que puedan coronar el pico más alto de la Tierra, en la que se incluyen diferentes exigencias de experiencia previa y acompañamiento.
Solamente durante el pasado mes de mayo, once alpinistas fallecieron o se encuentran en paradero desconocido en la montaña, siendo nueve de ellos en la vertiente nepalí y dos en la tibetana. Esta cuestión alertó al comité nepalí que gestiona la montaña y que está formado por oficiales del gobierno, escaladores expertos y agencias que representan a la comunidad de alpinistas, puesto que algunos escaladores y guías alertaron de la situación y criticaron a los oficiales por permitir subir a cualquier persona que haya depositado unos 10.000 euros, sea o no experta, como abono por el permiso.
En Nepal se sitúan ocho de las catorce montañas más altas del planeta, por lo que el alpinismo es una de las fuentes de ingresos más importantes del país, sin embargo, las situaciones vividas en el pasado mes de mayo, cuando más de cien personas hacían cola para coronar la cima, hicieron replantear las condiciones de acceso. Además, cabe reseñar que esta fila se formó en una zona conocida como ‘la zona de la muerte‘, puesto que los niveles de oxígeno son muy bajos, lo que provocó el riesgo de fallecimiento de los deportistas, sobre todo, cuando las bombonas de oxígeno comenzaron a escasear.
Para esta temporada, los oficiales nepalíes firmaron 381 permisos de ascensión, de los cuales, la mayoría se hicieron efectivos en mayo, momento en el que las condiciones meteorológicas son más favorables para escalar y, por tanto, supusieron el motivo por el que se formaron las largas colas. Por este motivo, el comité de expertos reportó al gobierno que «los escaladores a Sagarmatha y otras montañas de 8.000 metros deben someterse a un entrenamiento de escalada básica y de gran altitud«, refiriéndose, entre otros, al nivel de experiencia de los alpinistas que ascienden al Everest.
Así, Ghanshyam Upadhyaya, alto funcionario del Ministerio de Turismo de Nepal comunicó a Reuters que: «El gobierno ahora tendrá que hacer los cambios requeridos en las leyes y normas que guían la escalada de montañas». Por ello, entre las medidas que se implementarán para permitir la ascensión al Everest figurará que se haya hecho cumbre con anterioridad a al menos una montaña de altura superior a los 6.500 metros, dentro del territorio de Nepal.
Asimismo, para ascender también será necesario un certificado que garantice el buen estado de salud y entrenamiento físico del alpinista, así como una última exigencia que está causando un mayor revuelo entre los profesionales y que es la necesidad de contar con un guía local que acompañe al deportista durante el viaje.
Por su parte, Mira Acharya, miembro del comité de expertos del Everest, también afirmó a Reuters que «los escaladores murieron debido a mal de altura, ataques cardíacos, agotamiento o debilidad y no debido a los atascos», por lo que la provisión obligatoria de guías para cada escalador busca eliminar los intentos de ascender en solitario y poner la vida en riesgo. reseña el confidencial