El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden pide a los migrantes que no se aventuren en el mar porque arriesgan sus vidas, afirmaron dos funcionarios, ante el «aumento significativo» de la migración marítima.
«Estamos viendo, como han visto este fin de semana pasado, un aumento significativo en la inmigración marítima de Cuba y Haití que está poniendo la vida de los migrantes en riesgo porque la situación peligrosa del mar es realmente impresionante», afirmó este viernes en rueda de prensa telefónica Blas Núñez-Neto, subsecretario interino de política fronteriza e inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional.
El martes más de un centenar de migrantes haitianos llegaron al sur de Florida a bordo de un velero. Y desde el sábado al martes al menos 460 cubanos desembarcaron en Los Cayos de Florida, un archipiélago del sur del estado, según la oficina del sheriff de la zona.
«Hemos visto un aumento significativo en los últimos dos años y en los últimos meses, así que a todos los ciudadanos de Haití y Cuba que están contemplando subirse a un barco para venir de manera irregular por el mar les insisto (…) que no arriesguen sus vidas en el mar», afirma Núñez-Neto.
«No hagas ese viaje. Yo mismo he navegado esas aguas, pueden ser traicioneras, particularmente en esta época del año y si estás en una embarcación insegura o una embarcación que no está hecha para esos mares, es muy, muy peligroso», afirmó por su parte John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Kirby y Núñez-Neto les instan a emprender las «vías legales».
El jueves el gobierno de Biden anunció que dejará entrar por vía legal a 30.000 migrantes por mes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, al tiempo que reforzará las expulsiones de aquellos que intenten cruzar la frontera sin la documentación necesaria.
También ha creado una aplicación en español e inglés llamada CBP One, que viene a ser un sistema de citas para los puertos de entrada que se puede solicitar por teléfono móvil.
Actualmente las autoridades expulsan de inmediato a casi todos los migrantes sin autorización de entrada, invocando una norma sanitaria conocida como Título 42, que el gobierno quiere derogar si se lo permite la Corte Suprema.
El número de personas interceptadas en la frontera con México ha alcanzado «niveles no vistos en décadas», impulsado en gran parte «por un éxodo sin precedentes de migrantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, países con economías en crisis y regímenes autoritarios represivos que generalmente no aceptan devoluciones a gran escala de sus ciudadanos que no tienen una base legal para permanecer en Estados Unidos», afirmó Núñez-Neto.
Durante la mayor parte de diciembre pasado se calcula que ha habido entre 7.000 y 9.000 interceptaciones diarias, con un promedio de más 8.000, añadió. AFP