Polémica como siempre, la cubano-venezolana María Conchita Alonso ha ofrecido la que es, al menos por un tiempo indeterminado, su «última entrevista política».
Y disparó con fuerza. No solo contra los gobernantes de Venezuela, a los que acusó de corruptos, aunque no mostró prueba alguna, sino también contra los líderes de la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que habrían cuadrado con el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) un gobierno de consenso para los próximos años.
Además criticó que los venezolanos hayan salido a votar en las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, cuando debieron, según su óptica, abstenerse y protestar de forma masiva para que el mundo sepa «que en Venezuela no hay democracia».
«Si yo hubiera estado en Venezuela no salgo a votar. No me da la gana que el mundo crea que Venezuela es una democracia», dijo en parte de la entrevista. No obstante, señaló que no puede venir al país porque sería detenida inmediatamente.
También recordó que hay una petición para que se le retire la ciudadanía venezolana, a lo que respondió: «Me resbala que me quiten la ciudadanía, porque el amor por Venezuela es el mismo. Yo no conozco Cuba. Yo soy cubana y amo Cuba, pero mi país es Venezuela».
INCLUSO TUVO PALABRAS PARA LILIAN TINTORI
«Yo de ella no quiero hablar, porque estando en Panamá dijo que Maduro está destruyendo el legado de (Hugo) Chávez ¿Cuál legado?», preguntó en un gesto de decepción.
SN