España va a presentar una queja formal ante el Vaticano por las declaraciones que ha realizado el nuncio en España en las que aseguró que el Gobierno había «resucitado a Franco». «Estas declaraciones no me han extrañado, ya he tenido alguna conversación difícil con el nuncio. Va a tener una respuesta contundente por parte del Estado español», ha asegurado la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que ha tachado en la cadena SER esos comentarios de «improcedentes e inaceptables» en el «fondo y en la forma» porque, según ha explicado, un embajador de la Santa Sede «no tiene que entrar en los asuntos internos de un Estado» y en un tema «tan importante como es exhumar los restos de un dictador».
«Va a haber una queja formal al Estado del Vaticano. Va a recibir una queja por una injerencia de esta naturaleza, por las formas en que se ha producido y los contenidos impropios de cualquier legación diplomática que (al Vaticano) le afecta muy directamente porque los restos de Franco están en una Basílica», ha subrayado Calvo, que además ha anunciado que el Gobierno tiene la intención de revisar la fiscalidad de la Iglesia católica en España. El Ejecutivo ha enviado a la Conferencia Episcopal su propuesta y hay dos personas del Ejecutivo asignadas para sentarse para tratar el tema de la fiscalidad de la Iglesia en España. «La Iglesia tiene que pagar impuestos como lo hace en Francia o Italia porque es justicia social. Ellos lo saben, por eso me resulta todavía más incomprensible la entrevista que ha dejado el embajador del Vaticano en España», ha concluido.
El nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, aseguró que el Gobierno de Pedro Sánchez estaba “resucitando a Franco”. “Sinceramente, hay tantos problemas en el mundo y en España. ¿Por qué resucitarlo? Yo digo que han resucitado a Franco. Dejarlo en paz era mejor, la mayoría de la gente, de los políticos, tiene esta idea porque han pasado 40 años de la muerte, ha hecho lo que ha hecho, Dios juzgará. No ayuda a vivir mejor recordar algo que ha provocado una Guerra Civil”, aseguró Fratini. El nuncio en España explicó que ha “intentado” mediar desde que el presidente Pedro Sánchez anunciara este proyecto, ya que la tumba de Franco se encuentra en la abadía del Valle de los Caídos, donde viven los monjes benedictinos. “La Santa Sede ha tenido una posición neutral, es un problema más de la familia Franco y del Gobierno”, precisó. Para Renzo Fratini, detrás de este proyecto del Gobierno socialista subyacen “motivos, sobre todo políticos” e “ideológicos”. “Está detrás una ideología de algunos que quieren de nuevo dividir a España”, apostilló.
“Se ha enaltecido mucho más después de que se anunciara esto porque las visitas han aumentado, el problema ha regresado, mucha gente no sabía dónde estaba el Valle de los Caídos”, apuntó. En todo caso, ha dicho que el Vaticano “no se opone” pero que “hay que respetar el derecho de la familia”. No obstante, si finalmente se trasladan los restos —por el momento, el Tribunal Supremo ha paralizado la exhumación—, el nuncio “no” está “en contra de la eventual decisión del Gobierno” de enterrarlos en el cementerio del Pardo “en el respeto siempre de los derechos y de la voluntad de los familiares”.
“La catedral de La Almudena sería peor, en el sentido de que el motivo era evitar el enaltecimiento, que la gente vaya allí”, matizó. El nuncio pide “olvidar el mal” porque “si no, regresa la pelea, la Guerra Civil”. “A Franco algunos lo llaman dictador, algunos dicen que ha liberado a España de una Guerra Civil, que ha solucionado un problema. No continuemos peleándonos sobre si tenía razón o culpa”, concluyó.