España trata de salvar a Canarias y Baleares de la cuarentena del Reino Unido

El Ejecutivo español intenta que las islas atlánticas de Canarias y las mediterráneas de Baleares, donde el turismo es un sector estratégico, queden al margen de la cuarentena de 14 días impuesta por las autoridades británicas a todos los viajeros que lleguen a ese país desde España como medida de prevención del contagio de coronavirus.

El Gobierno español defiende la seguridad sanitaria y la capacidad de detección precoz de nuevos contagios, mientras mantiene contactos diplomáticos con el Reino Unido para que puedan establecerse corredores turísticos seguros con esos dos archipiélagos, muy frecuentados por británicos.

El Reino Unido eliminó a España súbitamente el sábado de la lista de países seguros y activó la cuarentena obligatoria en este caso el domingo pasado, con una multa de hasta mil libras (1.072 euros) por incumplimiento.

El mayor turoperador europeo, el grupo anglo-alemán Tui, anunció la suspensión de sus paquetes de vacaciones con destino en España hasta el próximo 9 de agosto, con excepción de las islas Canarias y Baleares, a las que sus clientes podrán desplazarse a partir de este lunes.

Se trata de un nuevo golpe al potente sector turístico español, muy perjudicado ya por la expansión de la pandemia, el cierre de fronteras y las limitaciones de movilidad durante más de tres meses, con pérdidas multimillonarias.

El turismo supone el 12,3 % del producto interno bruto (PIB) de España; es el segundo país del mundo en llegadas del extranjeros, con 83,7 millones de visitantes en 2019 (unos 18 millones de británicos), que gastaron 92.278 millones de euros.

El Ministerio español de Asuntos Exteriores se afana en que los dos archipiélagos, muy apreciados por su clima, playas y riqueza natural y cultural, queden excluidos de la cuarentena británica.

Argumenta que España se encuentra en un «escenario de control» de la enfermedad y que ya estaba previsto que surgieran brotes desde que terminó el estado de alarma y se levantaron las fuertes restricciones de movilidad de personas el pasado 21 de junio.

La ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, recordó el domingo que la mitad de los casos detectados en las últimas semanas son de personas asintomáticas y destacó medidas de aislamiento social aplicadas en los grandes brotes de Barcelona, Zaragoza y Lérida (noreste español).

«Nuestros esfuerzos en estos momentos se centran en conseguir que las autoridades británicas puedan excluir de sus medidas de cuarentena a las islas Baleares y a las Canarias», detalló. Son zonas muy controladas sanitariamente y están «muy por debajo» de los datos epidémicos del Reino Unido, argumentó.

Los brotes se multiplicaron en España desde el fin del estado de alarma y los contagios se acercan a los mil diarios, unos datos que el Ministerio de Sanidad actualizará este lunes.

Las autoridades regionales se vieron obligadas a reforzar el rastreo de posibles casos y a reimplantar medidas restrictivas de la actividad comercial, social, cultural y, sobre todo, de ocio para evitar las aglomeraciones, un foco fundamental de transmisión del virus. EFE