El Gobierno español rechazó este martes que el país sufra una segunda oleada de coronavirus, al tiempo que confió en que las medidas que están tomando las regiones tendrán éxito para contener la expansión de la pandemia.
Mientras el país sufre 360 focos con más de 4.000 casos asociados, el Ejecutivo sigue trabajando para intentar revertir la cuarentena impuesta por el Gobierno británico y otras recomendaciones de no viajar a España, que están causando un grave daño al sector turístico.
«No podemos hablar de una segunda ola generalizada en nuestro país, que no la hay. Hay brotes», afirmó claramente el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros.
Mientras tanto, el Gobierno continúa intentando que Londres anule su decisión del pasado sábado de imponer una cuarentena de catorce días a quienes lleguen al país procedentes de España o, al menos, la suavice para las importantes zonas turísticas de Baleares y Canarias.
La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, recalcó hoy que las tasas de covid-19 en Canarias y Baleares se sitúan «muy por debajo» de las de Reino Unido, por lo que pidió a Londres que establezca restricciones en base a criterios epidemiológicos.
Otros países europeos (Alemania, Francia, Noruega o Países Bajos) han emitido recomendaciones para no viajar a las regiones españolas más afectadas por los últimos brotes.
«España es un lugar al que se puede venir con absoluta seguridad, con toda confianza», recalcó por su parte la ministra portavoz y titular de Hacienda, María Jesús Montero.
El ministro de Sanidad confió en que las nuevas medidas, especialmente en Aragón y Cataluña por los brotes de las últimas semanas, permitan controlar pronto y de forma definitiva el ritmo de contagios.
Para ello, urgió a los ciudadanos a cumplir las nuevas normas restrictivas, sobre todo las relativas a reuniones de grupos y de ocio nocturno, así como la mejora de las condiciones de los trabajadores temporales del sector agrícola, situaciones todas que han generado los principales focos.
Mientras tanto continua el goteo de restricciones aprobadas en las regiones o comunidades españolas, que tienen las competencias en sanidad y consumo, para intentar frenar la expansión del virus.
Madrid anuncia «Cartillas Covid-19»
La región de Madrid anunció hoy la creación de las llamadas «cartillas COVID-19», una especie de pasaporte sanitario que identificará a aquellos ciudadanos que hayan pasado la enfermedad y tengan anticuerpos o se hayan hecho la prueba PCR.
Sin embargo, esa idea generó inmediatamente críticas por su dudosa eficacia para combatir la pandemia y su potencial efecto negativo en la privacidad de los ciudadanos.
Madrid también aprobó hoy la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios públicos, con lo que ya son todas las regiones españolas –menos Canarias– las que han implantado la medida.
Y Cataluña se sumó hoy a otras comunidades al prohibir los grupos que consumen bebidas alcohólicas en calles o parques, una práctica conocida como «botellón» que estará penalizada con multas de entre 3.000 y 15.000 euros.
Los «botellones» fueron prohibidos el lunes en Andalucía, la región más poblada del país, donde hoy se anunció que todos los establecimientos de ocio nocturno tendrán que contar con un sistema de identificación de clientes, a fin de realizar un «rastreo más efectivo» si se registra algún caso positivo por covid-19.
El Gobierno regional andaluz también anunció otras restricciones de aforo en los restaurantes y bares nocturnos.
EFE