Casi toda España permanece en alerta por una borrasca de tormentas que dejó este miércoles 9.000 rayos, lluvias torrenciales, inundaciones, riadas, vías de comunicación cortadas y cuantiosos daños materiales, aunque no personales, principalmente en el centro, norte y este del país.
Las imágenes difundidas por los medios de comunicación y las redes sociales de varias provincias costeras mediterráneas muestran carreteras y campos anegados y calles convertidas en ríos que arrastran automóviles, contenedores urbanos, enseres domésticos y vegetación arrancada por la fuerza del agua.
Según la Agencia Estatal de Meteorología, el temporal continuará mañana con precipitaciones intensas, sobre todo en el este, el nordeste y las islas Baleares (mar Mediterráneo); podrán estar acompañadas de aparato eléctrico, viento y granizadas, cuando aún quedan tres semanas de verano, la estación más seca del año.
Este fenómeno atmosférico es una depresión aislada en niveles altos de la atmósfera (dana), resultado del choque de una masa de aire frío en capas elevadas con aire caliente de la superficie, junto a una alta humedad.
En Madrid, la descarga dejó balsas de agua en calles, túneles urbanos y carreteras, con los consiguientes atascos de tráfico y vehículos averiados; inundaciones en viviendas y establecimientos comerciales, caída de ramas de árboles, la interrupción temporal de varias líneas de metro y decenas de incidencias más, que desbordaron a los servicios de emergencia.
Además se vieron afectadas las regiones de Castilla-La Mancha (centro), Navarra (norte), Comunidad Valenciana (este) y Cataluña (noreste). En esta última cayeron 78 litros por metro cuadrado en tan solo media hora en comarcas costeras de la provincia de Tarragona, donde hay grandes inundaciones y cortes de electricidad; 232 litros en total se acumulaban en la localidad de Alcanar.
En la Comunidad Valenciana, varias personas quedaron atrapadas en automóviles en una carretera y un barranco de Vinaroz (provincia de Castellón).
Este tipo de borrascas, también conocidas como “gota fría”, puede darse entre el final del verano y el principio del otoño, sobre todo en la costa mediterránea, como la de septiembre de 2019 en la Comunidad Valenciana, que causó también lluvias torrenciales. EFE