Los escrutinios de la segunda vuelta por la elección presidencial en Perú ha dado un giro de tuerca y ahora el candidato Pedro Castillo se pone arriba en los resultados, según el último reporte da cuenta de una mínima ventaja de 39.164 votos.
#ONPEinforma [ACTUALIZACIÓN DE RESULTADOS] Actas contabilizadas para fórmula de presidente y vicepresidentes a las 12:21 horas del 7 de junio. pic.twitter.com/RkO6BzNP9g
— ONPE (@ONPE_oficial) June 7, 2021
Con el 94% de las mesas escrutadas, el candidato de izquierda toma la delantera y supera con el 50,11% de los votos a la líder de la derecha Keiko Fujimori.
La Onpe insiste en llamar a la paciencia, ante un escrutinio que puede demorarse varios días. El conteo refleja al fin el peso del voto rural rural y el de la zona selvática, más lento y en el que se espera que el candidato de la izquierda tenga más apoyos. Algo más tardará el voto emitido en el extranjero. Hasta ahora solo se ha contabilizado el 11% de esos votos, con una clara preferencia por la líder conservadora.
Castillo es un maestro de escuela y dirigente magisterial, que ha recibido el respaldo de los sectores rurales y organizaciones populares de Perú. Fue protagonista de las huelgas que paralizaron la educación en 2017, en reclamo de mejoras salariales para los educadores.
Este candidato, que proviene del interior del país, ha propuesto durante su campaña un «Estado socialista» e «interventor», para dar lugar a una «economía popular con mercados». En el balotaje, Castillo sumó el apoyo de los sectores progresistas de su país, representados por Verónika Mendoza.
Entretanto, la aspirante de Fuerza Popular arrastra el peso del legado del fujimorismo, un movimiento populista de derecha que tiene en la cárcel a su máximo líder, Alberto Fujimori, padre de la candidata presidencial.
Fujimori, quien cuenta con el respaldo de la élite política de Perú y buena parte de los medios, es una defensora a ultranza del liberalismo económico y plantea en su ‘Plan de Rescate y Reconstrucción Nacional’, «rediseñar la normatividad y políticas públicas que permitan la promoción de la inversión privada, el fomento de la generación de puestos de trabajo dignos, el mejoramiento de la eficiencia del gasto público y el desarrollo formal de los emprendimientos» en el país.
Durante la campaña por la segunda vuelta, Castillo se enfocó en denunciar a Fujimori por las acusaciones que enfrenta por corrupción –ya que estuvo presa y tiene un juicio pendiente por lavado de activos y financiamiento ilegal–, mientras que la aspirante de Fuerza Popular aglutinó todo el voto de la derecha al señalar a su contrincante de ser un «comunista» que supuestamente ponía en peligro la democracia en Perú.
Las elecciones del pasado domingo se celebraron en medio de una intensa polarización política, luego de un convulso período de cuatro años, que estuvo marcado por la renuncia del mandatario Pedro Pablo Kuczynski, la destitución de su sucesor, Martín Vizcarra, el breve período presidencial de Manuel Merino –que dejó el cargo presionado por las protestas populares–, y la actual gestión de Francisco Sagasti, que deberá entregar el mando a quien resulte ganador de este comicio.