El romance de dos décadas entre un sacerdote de una reconocida iglesia del barrio El Poblado y un feligrés 30 años menor que él, escandaliza a Medellín.
Julio Cesar Cardona López, un empleado de 42 años en una comercializadora de telas, relató en la emisora radial ‘La W’ que cuando tenía 16 años conoció al padre Elías Lopera, entonces párroco de la iglesia Santa María de los Ángeles.
La pareja inició una relación amorosa y, según Cardona, el sacerdote, que durante los años 80 tuvo apariciones públicas con el narcotraficante Pablo Escobar, se apoyaba del dinero de las limosnas y de la parroquia para darle sostenimiento, estudios, carro, pago de tarjetas de crédito, viajes y 8 millones mensuales de manutención.
De acuerdo con el relato de ‘La W’, en la Semana Santa del 2008, Lopera le dijo a su pareja que se realizara un baño con dos litros de alcohol para limpiar sus impurezas, y que a todo lo que cayera le tirara un fósforo. En el acto, que según Cardona respondió a un gusto del sacerdote por la brujería, él terminó prendiéndose fuego y provocándose quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo.
En la entrevista a la emisora radial, el hombre continuó contando que, si bien Lopera lo acompañó durante su enfermedad, poco a poco dejó de pagarle las necesidades y descubrió que el sacerdote tenía una niña con una empleada de la iglesia.
Según contó Cardona en la emisora, ahora reclama del sacerdote una suma cercana a los 1.500 millones de pesos, equivalente al capital que ambos compartían luego de una vida en pareja de 20 años.
“Él aceptó la relación ante notarios y abogados, se firmó la declaración de hecho y me entregó una parte (del dinero), 600 millones de pesos, y cuando llegamos a la negociación de los 900, fue cuando se presentó todo este problema, que él me amenazó con un sufragio de la Curia y con dos proyectiles”, afirmó Cardona, refiriéndose a hechos del 2013.
De acuerdo con el relato del hombre, “es el cobro lícito de una relación de muchos años”. No obstante, el pago se dilató y él presentó denuncias ante la Curía y la Fiscalía, que desencadenaron amenazas en su contra.
Lopera también contó que cuando se disponía a entregar el dinero a Cardona en un centro comercial de Medellín, el Gaula capturó a este último por delito de extorsión, tras la acusación impuesta por el párroco.
«En el expediente judicial de Cardona figuran algunos antecedentes: un delito de constreñimiento ilegal acusado por Lopera y una inhabilidad para contratar con el Estado hasta 2020», según informó el diario ‘El Colombiano’.
La Iglesia responde
De acuerdo con ‘La W Radio’, las autoridades eclesiásticas y abogados de la Arquidiócesis de Medellín se reunieron durante cinco horas en un Comité de Crisis para analizar la denuncia que Julio Cesar Cardona hizo en ese medio de comunicación.
Luego de la reunión, las autoridades eclesiásticas se comunicaron con ‘La W’ e informaron que no se nombrará un vocero para pronunciarse, pero emitieron un comunicado de prensa, publicado en el portal web del medio radial, en el que afirmaron que con respecto a las declaraciones de Cardona: “La Curia Arquidiocesana ha recibido versiones distintas de ambas partes”.
Asimismo, la Arquidiócesis dijo que tiene conocimiento de que los implicados han acudido a las instancias civiles para recibir, investigar y juzgar los hechos.
Además, en el comunicado aclararon que “frente a toda conducta punible, cada sacerdote, como todo ciudadano, responde por sus actos y las consecuencias de los mismos”.
De igual manera, aseguraron, están dispuestos a colaborar con las autoridades judiciales, confiando en que haya verdad y justicia, pues una vez los comprueban, se aplica en el fuero eclesiástico las penas establecidaspor la normativa canónica, publicó El Tiempo.
Por otro lado, aunque la Curia Arquidiocesana dijo que cuando hay con acusaciones en materia civil contra los sacerdotes se orienta a las personas sobre el derecho y el deber de presentarlas ante la autoridad competente, Cardona contó en su entrevista que de la mano de sus abogados realizó un derecho de petición ante esta institución de la cual no ha recibido respuesta.
SN