El joven yazidí Raghab Ahmed fue secuestrado en 2014 por el Estado Islámico y sometido a los más macabros entrenamientos; entre ellos, cómo decapitar «infieles». Su familia logró huir por un contrabandista
Uno de los «cachorros» del Estado Islámico que lograron escapar de los terroristas contó el horror que vivió durante su dramática estadía con los yihadistas. Se trata de Raghab Ahmed, un joven yazidí secuestrado en 2014 por ISIS y sometido a los más macabros entrenamientos.
En un video, cuenta cómo fue separado de su familia y entrenado para matar y odiar. «‘Tú irás al combate’, me dijeron. ‘¿A qué guerra?’, preguntamos. ‘Contra los no creyentes, los yazidíes’, nos respondieron».
Los yazidíes representan una antigua religión que los terroristas de ISIS consideran impura. Nacida en Medio Oriente en la era preislámica, sus raíces se remontan al año 2000 a. C. y se estima que tiene cerca de un millón de fieles. Constituyen una de las minorías más perseguidas por los terroristas, que atacaron sus pueblos y separaron a mujeres y niños, al tiempo que secuestraron a miles de personas para convertirlas en soldados para luchar por el califato que pretenden instalar.
En el video, Raghab Ahmed cuenta cómo fue secuestrado por los terroristas, que le enseñaron árabe, la versión que tiene el grupo de islam y cómo utilizar las armas.
«Cuando hacía algo malo, me ataban los pies con la correa de una AK-47 y me levantaban dado vuelta. Después me golpeaban la planta de los pies con una manguera», narró.
También contó que era obligado a ver los brutales videos de las decapitaciones del Estado Islámico, cuyas producciones cinematográficas de alta calidad demuestran lo entrenados que están los editores, quienes, tras un período de entrenamiento, reciben salarios más altos que el resto de los yihadistas.
«Nos hicieron mirar en una notebook cómo le pedían al un niño yazidí que se convirtiera al islam, pero él se negó. Lo asesinaron«, asegura horrorizado.
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