Hadfi ya era conocido por la policía en Bélgica, país de origen de su familia.
La madre del yihadista “con cara de bebé” que quería matar a cientos de personas en el Stade de France, advirtió semanas antes del atentado a París que su hijo era como una “bomba de tiempo”.
Bilal Hadfi, de 20 años, fue uno de los tres extremistas que detonaron sus chalecos suicidas en las afueras del estadio la noche del viernes, la peor noche de violencia que ha vivido la “ciudad de la luz” desde la Segunda Guerra Mundial.
Hadfi ya era conocido por la policía en Bélgica, país de origen de su familia. Sin embargo, huyó de casa, reseña una nota de Daily Mail.
Ahora su madre, Fátima, dice que ella sabía que su hijo era una amenaza seria. “Tuve la impresión de que él se iba a explotar cualquier día”.
En una llamada telefónica a casa, Hadfi le dijo a su madre: “Me temo que vas a morir e irás al infierno por vivir en un país de kuffar (no creyentes)”.
Hadfi había dejado de escuchar música, pues decía que era “haram” o prohibido. Además, dejó de fumar y hacía ayuno al menos dos días a la semana.
El estudiante también se había convertido en vocal del grupo terrorista Boko Haram. Pero no fue hasta que estuvo de acuerdo con la masacre a la revista Charlie Hebdo, cuando su maestra de escuela, Sara Staccino, comenzó a preocuparse.
“Dijo que era justo lo que ocurrió, porque la revista había insultado a su religión”, contó la docente a Radio One. Sin embargo, sus intentos para advertir a los demás cayeron en oídos sordos: una semana más tarde se fue para unirse al Isis.
La página de Facebook de Hadfi revela que el joven, de origen marroquí, fue un poco diferente en el pasado: publicaba fotos de armas, montones de dinero en efectivo y retratos tomando el sol con el pecho descubierto.