El niño de 12 años vive encadenado en el interior de un templo evangélico de Tarapoto, en Perú. Su madre manifiesta que, desde hace dos años, su hijo sufre alteraciones y no puede ser controlado, de acuerdo al diario El Comercio.
La familia cree que está poseído y que con las oraciones de la Iglesia Evangélica Misionera Pentecostés Peña Horeb de la región de San Martín puede mejorar.
«Me duele en el alma ver a mi hijo encadenado como si fuera un animal. Durante dos años lo llevé a varios establecimientos de salud y nunca dieron con el mal, es por ello que acudí a esta iglesia«, dijo Deisith Tapullima Sangama, la madre del menor.
Dany está encadenado de la cintura y sentado en un colchón, con la cabeza inclinada hacia abajo. Por momentos, pide que lo suelten y se muestra desesperado. Su madre lo cuida y lo alimenta las 24 horas del día.