Las dos sillas del Senado que se eligen este 5 de enero en el estado de Georgia definen el futuro del Senado e incluso la gobernabilidad que tendrá Joe Biden. Si los demócratas ganan, el partido tendría el control de ambas cámaras.
Los ojos de Estados Unidos están puestos en Georgia, que este martes celebra elecciones para determinar quiénes serán los dos senadores que ocupen las sillas correspondientes a ese estado.
Es una jornada clave para definir el panorama político estadounidense, ya que estos comicios definirá qué grupo político domina el Senado durante los próximos dos años. Por ese motivo, tanto el presidente saliente Donald Trump como el presidente electo Joe Biden se desplazaron a Georgia el lunes 4 de enero para darle un último impulso a la campaña.
Biden apeló al poder de los ciudadanos y su voto: «sé que esta campaña fue agotadora, ustedes hicieron todo el trabajo duro. Les pido que lo den todo solo un día más», subrayó. «Este día puede cambiar los Estados Unidos».
Por su parte, Trump recordó a los votantes republicanos que «su voto será la última oportunidad de salvar al Estados Unidos que amamos» aunque recalcó que sus palabras no significan que esté reconociendo su derrota electoral: «de ninguna forma pude perder en Georgia, esas elecciones estuvieron amañadas».
En noviembre pasado se llevaron a cabo comicios para elegir a los legisladores, sin embargo, según las reglas estatales, para que un candidato gane necesita más del 50 % de los votos y en esa ocasión, nadie obtuvo ese porcentaje.
Los dos senadores que actualmente tiene el estado de Georgia son republicanos, por ello, los dos candidatos demócratas que obtuvieron más votos en noviembre, ahora se enfrentan a ellos en una especie de segunda vuelta.
Si los dos candidatos demócratas ganan esta elección, los republicanos tendrían 50 sillas y los demócratas las otras 50 por lo que, en caso de empate en las votaciones, la vicepresidenta Kamala Harris, que preside el Senado, tendría el voto decisivo, lo que se convierte en una clave para la gobernabilidad que tendrá el presidente electo Joe Biden durante sus primeros dos años frente al cargo.
Estos comicios también cuentan con un periodo de votación anticipada y de acuerdo con la Oficina del Secretario de Estado, se han recibido más de tres millones de sufragios: 996.702 por correo y 2.07 millones en persona.
Una elección sumida en polémica por causa del presidente Donald Trump
Sí, las elecciones en Georgia son clave para definir el futuro del Senado estadounidense, que se encuentra en manos republicanas desde 2014.
Pero además de ello, los comicios están en el ojo del huracán luego de que el diario The Washington Post publicara que el presidente Trump presionó al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que «encontrara» miles de votos a su favor que sirvieran para anular los resultados electorales que le dieron la victoria a Joe Biden.
Se trata de una llamada telefónica que se filtró a la prensa y en la que Trump ataca a Raffensperger, también republicano, por negarse a declararlo ganador en Georgia. En la grabación se escucha que el actual jefe de Estado repite en varias ocasiones que hubo fraude electoral y afirma que los votos en ese estado se escanearon tres veces.
Se trata del más reciente esfuerzo del mandatario por tratar de cambiar su derrota.
Este lunes, 4 de enero, las autoridades electorales de Georgia señalaron que Trump está «socavando» la confianza en el sistema electoral y sus acusaciones podrían llevar a que la participación en los comicios se vea reducida.
¿Quienes son los aspirantes al Senado en Georgia?
Uno de los senadores por Georgia es el republicano David Perdue. Se encuentra en el cargo desde 2015 y es fiel al presidente Donald Trump. En noviembre logró un 49,7 % de los votos frente al 47,9% de su rival Jon Ossoff.
Perdue tiene 71 años, es empresario y uno de los integrantes más adinerados del Congreso pues su familia controla una gran parte de la industria del pollo en Estados Unidos. Actualmente se encuentra en aislamiento, luego de que se detectara un caso de Covid-19 en su entorno cercano.
El demócrata Jon Ossoff, de 33 años, es el contrincante de Perdue. Es la cabeza de la productora de documentales Insight TWI y, previamente, trabajó cinco años con el congresista demócrata Hank Johnson. Pese a que para algunos su juventud es su fuerte, sus rivales lo acusan de tener poca experiencia.
La otra senadora republicana por el estado de Georgia es Kelly Loeffler, de 50 años. Entró a la Cámara Alta en diciembre de 2019. Es copropietaria del equipo femenino de la NBA Atlanta Dream y se opone abiertamente al movimiento Black Lives Matter.
Es considerada otra de las integrantes más adineradas del Senado y ha recorrido el estado en su avión privado para hacer campaña.
A Loeffler se enfrenta el reverendo Raphael Warnock que es pastor de la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta.
Con EFE y Reuters