El volcán Sangay, el más sureño y activo de Ecuador, y que lleva cerca de un año en proceso eruptivo, ha registrado en las últimas 24 horas una intensa actividad que provocó la dispersión de ceniza por varias provincias del país.
Benjamín Bernard, vulcanólogo del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, entidad que monitorea la actividad sísmica y vulcanológica del país, indicó que la ceniza ha alcanzado ciudades como Cuenca y Guayaquil, esta última a 175 kilómetros, y se dispersó principalmente por tres provincias: Chimborazo, Guayas y Santa Elena.
COLAPSOS Y EXPLOSIONES
La caída de ceniza se produce por los colapsos que se originan en este estratovolcán, situado a 5.300 metros de altitud y una prominencia de 1.614 metros. Se trata de un volcán cónico y de gran altura compuesto por múltiples estratos o capas de lava endurecida.
“Esos colapsos, además de la actividad explosiva, han generado gran cantidad de ceniza, que la mayor parte del tiempo se queda cerca del volcán, pero con los vientos llega a distancias mayores”, explicó Bernard en una comparecencia virtual.
Se ha registrado caída de ceniza de hasta un milímetro de espesor en la parroquia de Cebadas y en el Cantón Alausí, de la provincia andina de Chimborazo, mientras que en las costeras de Guayas, cuya capital es Guayaquil, y Santa Elena en menor medida.
El experto precisó que la propagación de las cenizas hasta el litoral se debe a los intensos vientos propios de la estación veraniega en el país.
UN VOLCÁN ACTIVO
El Sangay, cuyo nombre procede de la voz indígena Samkay (que significa espantar), es el estratovolcán más activo de Ecuador, con constantes manifestaciones explosivas que suelen generar gruesas nubes de ceniza y que han formado una especie de bóveda desde 1976.
De acuerdo al vulcanólogo del Instituto Geofísico, el último proceso eruptivo se inició el pasado 7 de mayo y la actividad “ha sido continua con diferentes tipos de fenómenos como erupciones con explosiones, emisiones de ceniza, y en particular, un flujo de lava en el flanco suroriental del volcán”.
Los flujos de lava han acarreado derrumbes en la ladera suroriental del volcán de manera repetitiva y aumentado la cantidad de sedimentos en la cabecera del aledaño río Volcán y provocado emisiones de gas manifestadas en plumas o ceniza.
Bernard explicó mediante un gráfico cómo se reflejan esas actividades y recalcó que no se ha producido “un incremento mayor de la actividad” de acuerdo a los registros, sino que esta es continua en el tiempo y que la ceniza se ha dispersado por efecto del viento.
Al hilo de estas manifestaciones, otro gráfico sobre alertas termales da cuenta de que en el flanco suroriental se apreciaron flujos de lava asociados a la propia actividad, así como depósitos calientes en el río Volcán, que en las últimas 24 horas se han extendido hasta las inmediaciones del río Upano, cuya rivera se extiende desde la cordillera andina hasta la Amazonía.
CREACION DE UNA GRAN QUEBRADA
Después de más de un año de actividad, se ha formado una gran quebrada por la erosión de los flujos de lava y constantes colapsos, lo que apunta Bernard, produce también “gran cantidad de ceniza que puede ser movilizada por el viento a diferentes distancias y ciudades”.
De acuerdo al registro sísmico detectado a varios kilómetros del Sangay, en la noche del 8 de junio se inició una actividad a las 20:00, con una amplitud importante en las primeras horas que luego fue disminuyendo en intensidad con eventos más puntuales.
En esa primera fase los satélites no registraron columnas eruptivas grandes, por lo que el experto concreta que la emisión de ceniza pudo estar asociado a flujos de lava.
RECOMENDACIONES A LA POBLACIÓN
Las autoridades recomiendan ante este tipo de situaciones evitar cualquier exposición con la ceniza y cubrirse bien para evitar que entre en el sistema respiratorio, ojos o en la piel.
Alertan de que el viento puede generar la “removilización” y contaminación ambiental, por lo que aconsejan lavar las superficies, especialmente de vehículos, y barrer la ceniza sin arrojarla al alcantarillado.
Asimismo, se debe evitar echar agua a la ceniza, sino removerla con un cepillo de cerdas gruesas, y si fuera muy espesa rociarla un poco para humedecerla, pero no empaparla, lo que puede ser contraproducente, sino guardarla en bolsas plásticas o cajas de cartón.
TRANSPORTE AÉREO OPERATIVO
La Dirección de Aviación Civil informó de que la red aeroportuaria en el país surameric se encuentra operativa tras la caída de ceniza de volcán Sangay, al tiempo que sugiere a los viajeros que se mantengan informados sobre las recomendaciones y disposiciones para vuelos nacionales e internacionales.
Sobre si se trata de un evento aislado o podría repetirse próximamente, el Instituto Geofísico lanza un mensaje de prudencia.
“La actividad viene de hace más de un año y no hay evidencia de que se haya incrementado o disminuido. Los meses de verano en Ecuador hay vientos fuertes desde la Amazonía hasta la costa, eso puede traer la ceniza a zonas no acostumbradas a esas caídas”, concluye Bernard.
EFE