Seifeddine Rezgui fue identificado por turistas a los que el fanático islámico se acercó en el balneario de lujo donde, dos días después, asesinó a 38 personas
El terrorista que asesinó a tiros a 38 personas en Túnez el pasado 26 de junio, Seifeddine Rezgui, fue visto 48 horas antes en la misma playa donde perpetró el ataque. Según el testimonio de una británica, difundido por Sun Nation, hasta intentó sacarse ‘selfies’ con los turistas que estaban allí.
Una mujer de 22 años fue quien señaló a las autoridades en el aeropuerto de Gatwick (Inglaterra), a su regreso de Túnez, que el asesino le había pedido sacarse fotos junto con ella, dos días antes de la masacre, pedido que la británica rechazó.
El padre de la joven, que habló con Sun Nation y pidió que su identidad fuera reservada, detalló: «El hombre se acercó a nuestra hija en la playa el miércoles. Trató de charlar con ella y luego le pidió que se sacaran una foto juntos, pero ella dijo que no».
El padre explicó que su hija pudo identificar al hombre que la molestó en la playa como el autor del atentado, apenas se dio a conocer la foto del extremista en los medios. «Está todavía muy mal por ello y el hecho de haberlo conocido», dijo.
No se sabe todavía cuál fue el objetivo de esta puesta en escena macabra. Una teoría es que haya servido a Rezgui de cobertura para no alertar a aquellos que se encontraban en la playa.
Otra opción es que ISIS, que reivindicó el atentado, utilice esas fotos como material de propaganda, junto con las que el asesino sacó a los cadáveres de las víctimas después de la masacre.
El mismo día que trascendió en los medios el testimonio de la británica, un guardia que disparó contra Rezgui, señaló, acorde con The Sun, que el terrorista parecía estar «drogado» en el momento del ataque y «se reía de manera histérica mientras sacaba fotos de los muertos».
Se supo además que el yihadista llevaba un cinturón con explosivos que no fueron detonados, pero que, en caso de alcanzar su objetivo, hubieran matado a decenas de personas más.
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