La joven española Patricia Aguilar, de 19 años, contó el drama que vivió desde que fue captada vía Internet por el peruano Félix Steven Manrique, líder de una secta y quien está recluido en una cárcel peruana.
El electricista peruano, autodenominado Príncipe Gurdjieff y líder de la secta, es investigado por trata de personas con fines de explotación y permanece en prisión preventiva en el penal Miguel Castro Castro, en Lima. Él conoció por internet a Patricia cuando ella tenía 16 años y atravesaba un momento difícil por la muerte de un tío cercano, Aguilar se fue de su hogar el 7 de enero del 2017,con información de El Comercio.
“Cuando llegué me encontré con un hombre de 33 años (por cumplir 34) de apariencia normal, pero muy inteligente. Aunque no vi rastros de que pudiera ser lo que él afirmaba: el enviado, alguien con mucho poder. Estaba tan manipulada que aún sin verlo lo creía firmemente”, relata Patricia.
La difícil situación empeoraba cuando Manrique se percataba del descontento o dudas de Patricia o alguna de sus compañeras, también captadas y manipuladas para que permanezcan en la secta.
Patricia afirma que se sintió “protegida al principio pero dependiente después. Engañada al ver, tras mucho tiempo, que no era lo que yo pensaba y en peligro por el tema médico, de alimentos y por él mismo. Por su agresividad, en todo momento corríamos peligro. Si tratábamos de hablar entre nosotras de las agresiones o de que dudábamos o no creíamos lo que él decía, ya nos prohibía hablar entre nosotras y nos manipulaba para pensar mal de la otra”, relata.
El pasado 5 de julio, la policía detuvo a Manrique en una habitación alquilada donde él pasaba el día durmiendo. En ese lugar también vivían dos de las mujeres. Patricia fue hallada en el campo viviendo en condiciones infrahumanas junto a cinco niños.