En medio de su campaña electoral para las presidenciales de noviembre, el lunes comienza el muy esperado juicio por el pago para evitar un escándalo sexual a Donald Trump, el primer expresidente estadounidense en sentarse en un banquillo de la justicia penal.
A poco menos de siete meses para la cita con las urnas, el multimillonario republicano se enfrenta a pena de prisión, situación sin precedentes que plantea muchos interrogantes sobre la campaña y su probable duelo con el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.
Trump está citado en el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York a partir de las 9H30 de la mañana hora local (13H30 GMT) del lunes para responder de las acusaciones de falsificación de documentos comerciales de la Organización Trump, su empresa familiar.
Según la acusación, el republicano ocultó el pago de 130.000 dólares en la recta final de la campaña presidencial de 2016 a la exactriz porno Stormy Daniels para que callara una relación sexual extramatrimonial que habían mantenido diez años antes y que Trump siempre ha negado.
«Voy a testificar. Voy a decir la verdad. Es decir, lo único que puedo hacer es decir la verdad y la verdad es que no hay un caso», respondió Trump a los periodistas este viernes en su mansión del estado de Florida cuando se le preguntó si no consideraba riesgoso brindar directamente su testimonio en el juicio.
Ni la relación extramatrimonial ni el pago a Daniels son un delito, pero sí lo es haber intentado presuntamente falsificar documentos de su empresa familiar para no declarar el reembolso de la cantidad inicialmente pagada de su propio bolsillo por su entonces abogado personal, Michael Cohen, actualmente su enemigo.
Para el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, alineado con los demócratas, fue «una conspiración para amañar las elecciones presidenciales, y mentir en documentos comerciales para encubrirlo».
Mientras que la defensa sostiene que los pagos respondieron a un intento de extorsión por parte de Daniels, la fiscalía pretende demostrar que Trump orquestó otros dos pagos para encubrir asuntos embarazosos con el fin de engañar a los estadounidenses para las elecciones presidenciales de 2016 contra la demócrata Hillary Clinton.
Acusado hace un año por este caso de 34 cargos por «falsificación de documentos contables», cada uno de ellos castigado con hasta 4 años de cárcel, Trump se declara inocente y se siente víctima de una «caza de brujas» de los demócratas para impedirle volver a la Casa Blanca.
Selección del jurado
Descrito como «zombi» porque llevaba mucho tiempo en el limbo de la fiscalía de Manhattan, este caso está considerado por los expertos como el más débil de los cuatro procesos penales que pesan sobre Trump.
Pero puede suponer una piedra en su camino electoral, ya que los otros tres, vinculados a sus intentos presuntamente ilegales de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, se han retrasado tanto debido a los múltiples recursos presentados por su ejército de abogados y a cuestiones de procedimiento, que es poco probable que se juzguen antes de las elecciones del 5 de noviembre.
Los abogados han presentado en los últimos días varios recursos, entre ellos apartar del caso al juez de origen colombiano Juan Merchan, hasta el momento sin éxito.
Si todo marcha según lo previsto, el juicio comenzará el lunes 15 con la selección de los 12 miembros del jurado, proceso que puede prolongarse hasta dos semanas.
Estos ciudadanos, que se mantendrán en el anonimato por razones de seguridad, dictarán la suerte del multimillonario republicano al término de un proceso que puede durar entre seis y ocho semanas.
Trump en la mira
Las consecuencias del juicio son difíciles de predecir sobre un electorado ya de por sí poco entusiasmado con un nuevo duelo entre el actual presidente, el demócrata Joe Biden, de 81 años de edad, y Trump, de 77 años, una de las figuras más controvertidas y divisivas de la política estadounidense.
«Es inédito que el candidato de un gran partido esté acusado de forma creíble de varios delitos», resumió para la AFP Hans Noel, profesor en la Universidad de Georgetown.
Según encuestas, una parte de los electores estadounidenses (32% según estudio de Ipsos realizado en marzo) aseguraron estar menos inclinados a votar por Trump si es declarado culpable.
Pero Noel recuerda que «los problemas legales de Donald Trump le ayudaron principalmente con el electorado republicano» durante las primarias, al alimentar «su discurso como abanderado del pueblo, atacado por los poderes fácticos».
Trump, que sobrevivió a dos procesos de destitución en el Congreso durante su mandato en la Casa Blanca (2017-2021), ha visto como se le acumulaban los problemas judiciales en el último año.
En este tiempo ha sido condenado a pagar indemnizaciones y multas que ascienden a más de 500 millones de dólares por difamar a una antigua periodista que le acusó de violación y por modificar según le convenía el valor de los activos de la Organización Trump. EFE