El avión en el que viaja el pontífice argentino, un Airbus A330 de la compañía italiana Alitalia, despegó del aeropuerto de Fiumicino a las 09h00 local (07H00 GMT)) y tiene previsto aterrizar en el aeropuerto “Mariscal Sucre” de Quito a las 15H00 local.
El pontífice llega a Ecuador en medio de las manifestaciones a favor y en contra del gobierno del presidente Rafael Correa que han tensado el clima político en el país.
La víspera, el papa oró como suele hacer ante el antiguo icono de la virgen María de la basílica romana de Santa María La Mayor, para encomendarle su viaje a América Latina y homenajearla con un ramo de flores con los colores de las banderas de los tres países que visitará.
Francisco permanecerá en Ecuador hasta el 8 de julio, luego se trasladará a Bolivia, donde estará hasta el 10 y concluirá su gira apostólica en Paraguay, de donde regresará el 13 de julio a Roma.
En los tres países el pontífice argentino permanecerá en promedio 48 horas, las cuales repartirá en dos etapas e incluyen Quito y Guayaquil en Ecuador, La Paz y Santa Cruz en Bolivia y Asunción y Caacupé, en Paraguay.
Francisco, que cumplió 78 años en diciembre, tomará nada menos que siete aviones y pronunciará 22 discursos.
El Pontífice viaja acompañado por el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin y Guzman Carriquiry, vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina, entre otros.
El viaje del papa suscita muchas expectativas en esos países, donde se espera la asistencia de entre uno y dos millones de personas en algunas de las cinco misas que oficiará.
Se trata del noveno viaje al exterior del papa argentino y el segundo a América Latina después del celebrado a Brasil en julio del 2013 con ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud, programadas por su predecesor Benedicto XVI.
El papa tiene previsto reunirse con los presidentes Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Horacio Cartes (Paraguay) y otros mandatarios de la región, entre ellos el de Honduras, Juan Orlando Hernández, de Haití, Michel Martelly, y Cristina Kirchner (Argentina), quienes han anunciado su asistencia a diferentes actos.
Con esos viajes, Francisco quiere manifestar con gestos concretos su cercanía y solidaridad con los pobres y olvidados de la que suele llamar la “periferia” del mudo.
AFP