El Papa Francisco condenó el miércoles a las personas que están explotando la pandemia del coronavirus para obtener rápidos beneficios y criticó la “hipocresía” con la que están abordando algunos políticos la crisis.
Al comienzo de su misa matinal, el pontífice pidió un cambio en el corazón a los que intentan obtener dinero aprovechándose de la miseria de otros.
Francisco habló de “esa gente que, en este tiempo de pandemia, ha hecho negocio a costa de los necesitados, que saca ventaja de las necesidades de otros y los exprimen: los mafiosos, los tiburones del préstamo y muchos otros. Ojalá el Señor toque sus corazones y les convierta”.
La pandemia ha acabado con la vida de 81.400 personas a nivel mundial. Más de 16.500 han perecido en Italia, uno de los países en los que las autoridades han intentado frenar los abusos en los precios y otras formas de beneficio ilegal.
La policía arrestó a dos hombres en el norte de Italia por robar mascarillas quirúrgicas y líquido sanitizador de un hospital y venderlo a precios exorbitantes en internet.
Funcionarios anti Mafia han advertido que los grupos del crimen organizado podrían beneficiarse de la crisis para prestar dinero a propietarios de pequeños negocios que luchan por sobrevivir durante el confinamiento nacional o más adelante, a la hora de reconstruir sus empresas.
El gobierno italiano ha prometido dinero para ayudar a las pequeñas empresas, pero muchos economistas temen que no sea suficiente.
En la ciudad sureña de Nápoles, investigadores dijeron que grupos del crimen organizado están entregando comida a las familias pobres ahora, con la expectativa de que devuelvan el favor ayudando a los mafiosos en el futuro.
Francisco se refirió también a la crisis en una entrevista publicada el miércoles en el diario católico británico The Tablet.
“Esta crisis nos está afectando a todos, ricos y pobres por igual, y poniendo el foco en la hipocresía”, señaló.
“Me preocupa la hipocresía de ciertas personalidades políticas que hablan de enfrentar la crisis, del problema del hambre en el mundo, pero que mientras tanto fabrican armas”, afirmó, sin identificar países o políticos por su nombre.
“Es el momento de convertirse desde esta clase de hipocresía funcional. Es la hora de la integridad. O somos coherentes con nuestras creencias o lo perderemos todo”, indicó.
Asimismo, reconoció que algunos gobiernos “han adoptado medidas ejemplares para defender a su población”, aunque indicó que la crisis debería animar a las autoridades a buscar cambios económicos estructurales para defender a los más necesitados, sobre todos los que no tienen techo.
Reuters