El nuevo coronavirus causante de la neumonía de Wuhan podría mutar y propagarse más allá de los 440 infectados confirmados hasta el momento, de los que 9 han muerto, todos ellos en la provincia centro-oriental china de Hubei.
Este fue uno de los mensajes principales emitidos hoy, por primera vez en rueda de prensa desde la detección del brote el mes pasado, por la Comisión Nacional de Sanidad de China.
«Aunque todavía falta por entender por completo la vía de transmisión del virus, existe la posibilidad de que mute y el riesgo de una mayor propagación», indicó hoy Li Bin, viceministro de la citada Comisión.
Li admitió esa posibilidad y mostró su preocupación por el masivo movimiento de viajeros que traen aparejadas las vacaciones del Año Nuevo chino, que arrancan este viernes, pero no se dejó llevar por el alarmismo e hizo hincapié en las medidas de prevención y fiscalización que Pekín ha puesto en marcha.
Control de temperaturas a los viajeros en puertos, aeropuertos y estaciones de autobús y tren, seguimiento a quienes padecen los síntomas (fiebre, fatiga, tos seca, disnea) o designación de hospitales específicos para el tratamiento de los pacientes y el aislamiento de éstos, entre ellas.
Y aunque no se ha logrado dar con el origen exacto del virus, todas las hipótesis apuntan a un mercado de marisco y pescado de la ciudad de Wuhan, por lo que se ha prohibido la venta de animales vivos en la ciudad.
«Básicamente, no vayáis a Wuhan. Y quienes están en Wuhan, por favor, no salgáis de la ciudad», pidió Li, en referencia a la capital de la provincia de Hubei, de 11 millones de habitantes, epicentro del brote y que ha instalado varias decenas de detectores térmicos para identificar posibles infectados, pues la fiebre es uno de los primeros síntomas.
El viceministro aseguró que, aunque la nueva neumonía de Wuhan está considerada una enfermedad contagiosa de tipo B, se está haciendo frente a ella con los protocolos diseñados para aquellas de tipo A, el máximo en la escala local.
Además, para ayudar a combatir el brote, la Seguridad Social china ha anunciado que los gastos médicos relacionados con el tratamiento de la nueva neumonía quedarán bajo completa cobertura de los fondos nacionales mediante un sistema de reembolso.
La prensa local y las redes sociales están saturadas de consejos sobre cómo prevenir contagios, como el uso de mascarillas (el aumento drástico de su uso es perceptible en las calles de Pekín), la necesidad de lavarse las manos frecuente y concienzudamente o cubrirse la boca y la nariz cada vez que se tose o estornuda.
Y evitar las aglomeraciones, ya que las autoridades sanitarias chinas han comprobado que también se contagia entre humanos, una transmisión que, creen, se produce principalmente por las vías respiratorias.
El virus está presente ya en al menos 13 provincias chinas, además de las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao, que confirmaron este miércoles sus primeros casos.
Sin embargo, el jefe del Centro de Prevención y Control de Enfermedades, Gao Fu, destacó que, hasta el momento, no se ha detectado un «súper transmisor» del nuevo coronavirus, con capacidad para infectar a muchas personas a partir de un solo caso.
En el extranjero, por el momento se han detectado al menos 4 casos en Tailandia, y uno en Japón, Corea del Sur, Taiwán y Estados Unidos, y son muchos los países que llevan días controlando a los pasajeros procedentes de China para minimizar los riesgos de contagio.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convocado para hoy para una reunión de expertos para determinar si el actual brote por coronavirus en China constituye una emergencia internacional. EFE