Esta modalidad se aprovecha de la necesidad de las personas y son muy fáciles de acceder, sin embargo, aceptar uno de estos préstamos puede convertirse en una pesadilla; ya que la cobranza suele resultar violenta, acompañada de la amenaza y la extorsión.
El “gota a gota” son préstamos ilegales que ofrecen los grupos criminales con un alto interés y se caracterizan por realizar cobros de manera violenta a quienes los aceptan.
Según Insight Crime, un centro de investigación especializado en el crimen y las amenazas a la seguridad en América Latina y el Caribe, estas prácticas de préstamo ganaron terreno en la ciudad Medellín, Colombia, durante los años 90. En medio del florecimiento de los carteles y grupos narcotraficantes, se convirtió en un medio para invertir y lavar sus ganancias.
Estos préstamos, tienen como objetivo cobrar el dinero ofrecido a corto plazo con tasas de interés hasta del 20% al día. Los prestamistas del “gota a gota” cuidan celosamente de perfilar a los futuros prestatarios, de modo que no desaparezcan una vez que le hagan entrega del dinero, así como también, cuenten con amigos o familiares que sirvan de fiadores en caso de incumplimiento del pago.
Esta modalidad se aprovecha de la necesidad de las personas y son muy fáciles de acceder, sin embargo, aceptar uno de estos préstamos puede convertirse en una pesadilla; ya que la cobranza suele resultar violenta, acompañada de la amenaza y la extorsión.
Pero la deuda se incrementa día a día, tanto que se hace imposible pagar las cuotas pactadas, ante ello los prestamistas agreden, extorsionan y amenazan a los deudores, hasta pagar con su propia vida en caso de incumplimiento.
Países como Colombia, México, Honduras, Perú, Brasil y Ecuador registran casos de préstamos ‘gota a gota’, mientras que las páginas de sucesos periódicamente relatan los casos de las víctimas fatales de este flagelo.