El Congreso de Perú, controlado por la oposición derechista, definirá este martes si acepta debatir un pedido de destitución del presidente Pedro Castillo. Lo que sume nuevamente a ese país en la inestabilidad e incertidumbre.
Ésta es la quinta moción de juicio político contra un presidente peruano en los últimos cuatro años. Y hace recordar los pedidos similares que condujeron a la caída de los mandatarios Pedro Pablo Kuczynski, en 2018, y Martín Vizcarra, en 2020.
Debate por destitución de Pedro Castillo
Castillo, que asumió el poder hace poco más de cuatro meses, quedó en entredicho por un escándalo de supuesta injerencia del gobierno en los ascensos militares. Ello dio pie al pedido de destitución.
Por este caso, además, fue citado a declarar el 14 de diciembre ante la fiscal nacional, Zoraida Ávalos.
El pedido de vacancia por «incapacidad moral» contará con 57 votos en el Congreso para someterlo a debate, cinco más de los necesarios, según fuentes citadas por medios peruanos.
Si se admite a debate, Castillo deberá comparecer ante el plenario a presentar su defensa, posiblemente la próxima semana.
Luego los 130 legisladores decidirían si lo destituyen, para lo cual se necesitan 87 votos que los opositores difícilmente consigan.
«Vacancia desinflada»
«Creo que la vacancia se ha desinflado por falta de una supuesta prueba que conecte a Castillo con la corrupción. Pero su gobierno sigue siendo muy caótico, sin orden, equipo, alianzas y mucha impericia». Así lo dijo a la AFP el economista y analista político Augusto Álvarez Rodrich, académico de la Universidad del Pacífico.
«Castillo requiere alianzas políticas, orden y conformar un equipo que haga viable su gobierno, porque es un presidente muy débil», añadió.
La moción la presentaron tres partidos derechistas, hace dos semanas. Uno de los partidos que pidió el debate es el de la excandidata presidencial Keiko Fujimori.
Retraso en el debate
El plenario debería comenzar a tratar el debate a la 1:00 pm (hora de Perú), cuatro horas más tarde de lo previsto originalmente. Luego comenzará una larga discusión antes de votar.
El debate de la moción se retrasó porque previamente el plenario rindió un homenaje a la Policía y luego empezó a interpelar al ministro de Educación, Carlos Gallardo, por otros temas.
Destitución de Castillo
Una eventual destitución de Castillo ronda en el aire desde el mismo momento de su elección en junio, cuando los partidos rivales denunciaron fraude. Ello a pesar del aval dado al proceso electoral por observadores de la OEA y la Unión Europea.
El maestro rural convocó en los últimos días a dialogar a los jefes opositores en busca de salvarse de lo que considera una moción «sin ningún sustento».
La derechista Keiko Fujimori y otros prominentes líderes se negaron a hablar con él, pero sí lo hicieron líderes opositores moderados.
Elecciones en Perú
Castillo ganó un reñido balotaje a Fujimori y desde que asumió, el 28 de julio, ha estado acosado por la oposición.
Pero también acusa desaciertos propios y pugnas en el oficialismo, lo que provocó la salida de una docena de ministros.
El partido marxista que lo llevó al poder, Perú Libre, cerró filas con Castillo y adelantó que sus 37 parlamentarios, aunque tienen desacuerdos con el presidente, rechazarán la moción.
Mientras el parlamento sesionaba en Lima, el mandatario visitaba las regiones surandinas de Apurímac y Puno.
«Transparencia y gobernabilidad»
Si Castillo termina destituido, asumirá la vicepresidenta Dina Boluarte, abogada de izquierda, quien posiblemente enfrentaría un destino similar.
Si Boluarte también fuera vacada, el sillón presidencial lo ocuparía la jefa del Congreso, la derechista María del Carmen Alva, quien tendría que convocar elecciones en seis meses.
Alva pidió en la víspera que la policía refuerce la vigilancia en torno al edificio legislativo durante el debate y llamó a los peruanos a la calma.
«Esto es un procedimiento normal, parlamentario, que hay en cualquier Congreso del mundo», dijo a Canal N.
También negó que ella busque la salida de Castillo. «Yo no voto, yo dirijo el debate y no opino al respecto», añadió. Reafirmó que el ánimo de los opositores, más que destituir al mandatario, es que haya «transparencia, comunicación y trabajar por la gobernabilidad».
La presunta «incapacidad moral» también fue invocada por el Congreso para deshacerse de Kuczynski (derecha) y Vizcarra (centro). Ambos superaron una primera moción de destitución, pero no sobrevivieron a la segunda.
En noviembre de 2020, la destitución de Vizcarra desató protestas, reprimidas con saldo de dos muertos y un centenar de heridos. Su salida condujo a Perú a tener tres presidentes en cinco días. AFP