Estados Unidos alcanzó el jueves los 38,6 millones de pedidos de subsidio de desempleo desde mediados de marzo por la pandemia, y el secretario del Tesoro advirtió de la “fuerte probabilidad” de más ayuda tras los 3 billones de dólares ya inyectados a la economía.
El Departamento del Trabajo informó que otros 2,43 millones de personas se acogieron al seguro de paro la semana del 10 al 16 de mayo, llevando a una cifra sin precedentes el total de desempleados en el país en las últimas nueve semanas por la paralización de las actividades para frenar los contagios de la COVID-19.
Pero las pérdidas semanales de empleo podrían acercarse a los 4,7 millones, si se suman los 2,22 millones de beneficiados bajo el programa de Asistencia Federal de Desempleo para la Pandemia, dirigido a cuentapropistas que tradicionalmente no calificarían.
Otros informes publicados el jueves mostraron además que las ventas de vivienda usada en Estados Unidos colapsaron en abril, y que la actividad manufacturera en la región del noreste mejoró apenas de su mínimo de 40 años registrado el mes pasado.
En medio de planes de la Casa Blanca para una pronta reapertura de la economía, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, no descartó la necesidad de un nuevo plan de estímulo, pero dijo que hay tiempo para evaluarlo y rechazó el proyecto de ley que impulsa la oposición demócrata, que prevé ayudas por otros 3 billones de dólares.
“Creo que existe una fuerte probabilidad de que necesitemos otra ley”, dijo en un evento organizado por la publicación The Hill.
“Vamos a revisar cuidadosamente las próximas semanas (…) y decir muy claramente cómo necesitamos gastar más dinero y si necesitamos hacerlo”, apuntó.
Mnuchin consideró “partidista” el proyecto de ‘Ley de Héroes’ aprobado el viernes por la Cámara de Representantes controlada por los demócratas, que el presidente Donald Trump desestimó y que tiene mínimas chances de tener luz verde del Senado dominado por los republicanos.
“Eso no es algo en lo que nos estamos enfocando en este momento”, expresó Mnuchin sobre el paquete.
La iniciativa incluye medidas que muchos economistas han estado pidiendo: 1 billón de dólares para gobiernos estatales y locales, otra ronda de desembolsos en efectivo a millones de familias estadounidenses afectadas, fondos para hospitales, pago de primas de riesgo para trabajadores de salud y ayuda para pequeñas empresas devastadas.
Tras conocerse la nueva cifra de desempleados, la presidenta de la Cámara de Representantes y líder demócrata, Nancy Pelosi, arremetió contra los republicanos por no sentarse a discutir el plan.
El “respaldo” de la Fed
El presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central), Jerome Powell, quien ya dijo que podría necesitarse ayuda adicional, consideró la COVID-19 como “un duro, duro golpe” cuando la situación económica era “fascinantemente buena hace unos meses”, pero vaticinó un rebote. Y dijo que la Fed estará para apoyar.
“Llevará tiempo, pero lo principal es que tenemos que seguir adelante; muy pronto estaremos en rumbo hacia la recuperación, progresando y volviendo adonde estábamos”, prometió durante una videoconferencia con líderes comunitarios en todo el país.
“Siempre tendrán nuestro respaldo”, aseguró.
La Fed ya redujo la tasa de referencia para prestar dinero e inyectó miles de millones de dólares en el sistema financiero y en programas destinados a apoyar pequeñas y medianas empresas y a gobiernos estatales y locales.
Las solicitudes de beneficios por desempleo en Estados Unidos parecen haber superado el pico máximo a fines de marzo, pero los economistas estiman que la situación real es probablemente peor de lo que indican las cifras.
“El aumento dramático en las solicitudes de desempleo está disminuyendo, pero aún eclipsa por completo cualquier precedente”, tuiteó Kate Bahn, experta en mercado laboral de la ONG Centro para el Crecimiento Equitativo, señalando que la última cifra fue tres veces mayor que la registrada previo a la pandemia.
El dato de esta semana está levemente por encima de las previsiones de los analistas y por debajo de la cifra de la semana anterior, que fue revisada a la baja a 2,6 millones.
Pero sigue siendo muy superior a la de cualquier semana durante la crisis financiera mundial de 2008 y más en línea con la debacle de la Gran Depresión de hace casi un siglo.
“Si alguien piensa que 2,5 millones de nuevos reclamos son algo menos que desastroso, se está engañando”, dijo el analista Joel Naroff, advirtiendo que Estados Unidos enfrenta una segunda oleada de despidos.
Mnunchin reconoció que la contracción del PIB en el segundo trimestre “obviamente será terrible”, pero dijo que espera un repunte “gigantesco” del crecimiento económico en el cuarto trimestre del año. AFP