Estados Unidos evalúa aumentar el personal de su embajada en Cuba y revisar la política de remesas a la isla como forma de apoyar al pueblo cubano en sus «legítimas aspiraciones» democráticas, dijo el martes un portavoz del gobierno de Joe Biden.
Ned Price, vocero del Departamento de Estado, destacó el constante respaldo de Washington al pueblo cubano, «incluyendo en el contexto de las recientes protestas», que estallaron el 11 de julio en la isla caribeña.
Entre las «varias maneras» de «ayudar a los cubanos», planteó un eventual incremento del personal en la legación de Estados Unidos en La Habana, reducido al mínimo bajo la presidencia de Donald Trump tras misteriosos «incidentes de salud» que afectaron a diplomáticos estadounidenses apostados en la isla.
«Estamos revisando nuestros planes para aumentar la dotación de personal en nuestra embajada en La Habana», dijo Price en rueda de prensa.
«Si vamos a hacer todo lo posible para apoyar las aspiraciones del pueblo cubano, necesitamos tener una presencia en el terreno», agregó, señalando que el objetivo es facilitar los trámites consulares pero también mejorar la actividad diplomática y el compromiso con la sociedad civil.
La embajada norteamericana en La Habana funciona bajo mínimos, luego de que el Departamento de Estado retirara a la mayoría de sus diplomáticos en septiembre de 2017 con el argumento de que habían sufrido supuestos «ataques sónicos».
Price también señaló la posibilidad de volver a permitir la transferencia de dinero de Estados Unidos a Cuba, suspendida por Trump.
«Formaremos un grupo de trabajo de remesas para identificar las formas más efectivas de hacer llegar las remesas directamente a manos del pueblo cubano» y asegurarnos de «que no vayan a las arcas del régimen», dijo.
Biden planteó durante la campaña electoral volver a autorizar el flujo de remesas a Cuba. Pero la semana pasada descartó hacerlo por ahora porque «es muy probable que el régimen confisque esas remesas o una gran parte de ellas».
Price insistió en que esa ha sido siempre la preocupación en relación con las remesas, segunda fuente de divisas para Cuba después de la exportación de servicios médicos.
«Todo se trata de idear formas en las que podamos apoyar al pueblo cubano. Pero tenemos que asegurarnos de que estas tácticas (…) de hecho apoyen al pueblo cubano», explicó.
Estos anuncios tienen lugar después de masivas protestas contra el gobierno de la isla caribeña, donde desde hace más de seis décadas rige un sistema de partido único, el del Partido Comunista de Cuba.
Al grito de «¡Tenemos hambre!», «¡Libertad» y «¡Abajo la dictadura!», miles salieron a las calles de toda Cuba en manifestaciones inéditas que dejaron un muerto y centenares de detenidos, entre ellos activistas, opositores políticos y periodistas independientes.
«Continuaremos apoyando al pueblo cubano y sus legítimas aspiraciones a los derechos humanos, a la democracia, a los valores que durante demasiado tiempo, al menos desde 1959, se les han negado», aseguró Price. AFP
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