Estados Unidos anunció el martes nuevas restricciones de viajes a Cuba con el fin de reducir el flujo de dólares al gobierno comunista, al que responsabiliza de reprimir a su pueblo y desestabilizar la región, en particular al apoyar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La administración de Donald Trump dijo que a partir del miércoles estarán prohibidos los viajes grupales educativos y los cruceros, las formas más usadas por los estadounidenses para visitar la isla caribeña.
Los cambios suponen la cancelación de las autorizaciones para barcos de recreo y de pasajeros, así como los traslados privados en avión. Pero no afectan a las otras 11 categorías de viajes legales a Cuba, ni impiden los vuelos comerciales a la isla.
Sin embargo, esta decisión podría constituir un fuerte golpe para la economía de Cuba, que recibió más de un cuarto de millón de visitantes estadounidenses en los primeros cuatro meses de 2019, casi el doble del año anterior.
Desde La Habana, el gobierno de Miguel Díaz-Canel «rechazó enérgicamente» las nuevas restricciones, que podrían costar a la isla decenas de millones de dólares al año en ingresos perdidos.
«Pretenden asfixiar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para arrancarnos concesiones políticas», dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en una declaración en Twitter. «Fracasarán otra vez», añadió.
Estados Unidos aplica desde 1962 un bloqueo económico contra Cuba que busca forzar un cambio de régimen, y ha endurecido las medidas contra la isla desde la llegada de Trump al poder en 2017, borrando el acercamiento que propició su antecesor, Barack Obama.
– Poner fin al «turismo encubierto» –
Los viajes de estadounidenses a Cuba que no tenían por objeto visitar a familiares estaban prohibidos antes de que Obama iniciara la normalización de las relaciones con La Habana en diciembre de 2014.
A raíz de ese proceso, Estados Unidos permitió a sus ciudadanos hacer viajes a la isla dentro de 12 categorías, que en la práctica eran eufemismos para visitas turísticas.
Y en 2016, semanas después de la histórica visita de Obama a la isla en marzo de ese año, se levantó la prohibición lo que permitió a la industria de cruceros del Caribe incluir escalas en Cuba. Pero Trump revirtió esto.
Este martes, el gobierno estadounidense vinculó el endurecimiento de las restricciones de viajes a Cuba al apoyo de La Habana a Maduro, cuya autoridad es cuestionada desde enero por el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y medio centenar de países.
«Estas medidas están estrechamente vinculadas con la industria del turismo, que tiene fuerte nexos económicos con los sectores de seguridad, militar y de inteligencia en Cuba», dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
«El turismo encubierto ha contribuido a enriquecer a miembros de las fuerzas militares cubanas, las mismas personas que apoyan a Nicolás Maduro en Venezuela y reprimen al pueblo cubano en la isla», añadió.
El objetivo es poner fin al «turismo encubierto» a Cuba, tuiteó el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton. «Continuaremos tomando medidas para restringir el acceso del régimen cubano a los dólares estadounidenses», dijo.
– «Muy desafortunado» –
Collin Laverty, presidente de Cuba Educational Travel, una de las agencias estadounidenses que organiza visitas a Cuba, acusó a la administración de Trump de actuar con fines electorales.
Según él, Trump, que busca la reelección en 2020, quiere apaciguar a los inmigrantes cubanos conservadores en contra de La Habana en Florida, un importante estado electoral en el que los cubano-estadounidenses tienen un fuerte peso.
«Es muy desafortunado para los millones de cubanos que sentirán la crisis de recibir menos visitantes estadounidenses», dijo Laverty.
«Esto no tiene nada que ver con empoderar al pueblo cubano y tiene todo que ver con empoderar a un puñado de personas en la Florida que nunca han estado en Cuba», añadió.
Agentes turísticos dijeron que las personas que ya tengan reservadas excursiones podrán hacerlas, y aseguraron que probablemente haya cruceros que operen desde Florida a La Habana durante todo este año.
No obstante, la compañía Royal Caribbean Cruises anunció la modificación del itinerario de sus cruceros los días 5 y 6 de junio, que ya no pararán en Cuba.
Norwegian Cruise Lines explicó, por su parte, que está buscando información adicional sobre la nueva política para ver cómo afectará a los viajes futuros.
Tessia Aral, propietaria de ABC Charters en Miami, que el año pasado organizó viajes a Cuba para unas 10.000 personas, dijo que esto podría tener un gran impacto en su negocio, pero también para las muchas personas en la isla que han creado empresas para servir a los turistas.
«Las personas que hacen las reglas nunca han estado en Cuba. No saben cómo han cambiado las cosas» en los últimos años, dijo.
AFP