Estados Unidos registró al menos 40.870 nuevos casos de COVID-19 el viernes, el mayor aumento de la pandemia en un solo día, según un recuento de Reuters, lo que eleva el número total de positivos en el país a al menos 2,475 millones.
El récord de pruebas positivas se produce cuando varios estados en el centro de un nuevo aumento en las infecciones retrocedieron en sus esfuerzos para aliviar las restricciones sobre los negocios.
El gobernador Greg Abbott dio a los bares de Texas hasta el mediodía del viernes para que cierren y exigió que los restaurantes limiten la capacidad de asientos en el interior al 50%, mientras que el Departamento de Negocios y Regulación Profesional de Florida les dijo a los bares que dejaran de servir alcohol inmediatamente.
El anuncio de Abbott, un republicano que está en su segundo mandato, sorprendió a los propietarios de bares. Mark Martínez se enteró cuando unos amigos le enviaron mensajes de texto.
“Gasté miles de dólares en inventario preparándome para este fin de semana. Realmente podría haber usado ese (dinero) para mi alquiler, que vence la próxima semana”, dijo Martínez, de 44 años.
Florida emitió las nuevas medidas tras registrar sorprendentes 8.942 nuevos casos de COVID-19, un salto desde el récord previo de 5.511 nuevos contagios del 24 de junio.
El gobernador de California, Gavin Newsom, afirmó el viernes que el condado de Imperial, al este de Los Ángeles, estaba tan abrumado que el estado estaba recomendando estrictas órdenes para quedarse en casa. También dijo que, en respuesta a las crecientes hospitalizaciones, ha hecho una pausa en permitir que los condados reabran sus economías.
El alcalde de Anchorage, en Alaska, Ethan Berkowitz, emitió una orden de emergencia que requiere que los residentes usen mascarillas en espacios públicos cerrados después de que el estado identificó 836 casos hasta el viernes, con 387 de ellos en su ciudad.
Texas había estado a la vanguardia de los estados que eliminaron las restricciones diseñadas para controlar la pandemia. Permitió que los bares reabrieran en mayo, cuando la gente ignoró las reglas de distanciamiento social y celebró durante el fin de semana del Día de los Caídos.
Desde entonces, ha visto de algunos de los mayores aumentos en nuevos casos en el país, reportando 5.996 el jueves. El estado también ha visto un número récord de hospitalizaciones en las últimas dos semanas.
Casi 125.000 estadounidenses han muerto por COVID-19, el mayor número de muertes conocidas por la enfermedad altamente infecciosa en el mundo.
Pese a las sombrías noticias de Texas, Florida y otras localidades, el presidente Donald Trump dijo que el país estaba saliendo de una crisis que detuvo a gran parte de la economía y dejó a millones sin empleo.
“Tenemos un poco de trabajo por hacer, y lo haremos. Estamos teniendo muy buenos números en términos del retorno, el regreso de nuestra nación, y creo que va muy rápido y va a ser muy bueno”, aseguró Trump en un evento en la Casa Blanca.
También informaron de aumentos récord de casos esta semana Alabama, Arizona, California, Georgia, Idaho, Misisipí, Misuri, Nevada, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Wyoming.
Reuters