Salvatore Mancuso podría quedar en libertad a los cuatro años y medio por haber colaborado con las autoridades
El exjefe paramilitar colombiano Salvatore Mancuso, encarcelado en Estados Unidos, cerca de Washington, desde que fue extraditado junto a 13 comandantes más en mayo de 2008, acaba de ser condenado por la juez de la Corte del distrito de Columbia, Ellen Huvelle, a 15 años de prisión y 8 meses por narcotráfico. Sin embargo, podría salir en libertad a los cuatro años y medio ya que el tribunal le contabilizaría el tiempo que estuvo detenido en Colombia desde que se desmovilizó, en 2005 y el que lleva preso en Estados Unidos.
El paramilitar extraditado había pedido hace unos días una última clemencia al tribunal de Columbia, tras conocerse la solicitud de la fiscalía de ese distrito de querer imponerle una condena de 22 años de cárcel. Incluso su abogado pidió a la Cancillería colombiana que intercediera ante el Departamento de Justicia, por considerar que había colaborado tanto con las autoridades o en EEUU como en Colombia.
Mancuso es el exjefe paramilitar de más alto rango que aún sigue con vida. Por encima de él solo estaba Carlos Castaño y su hermano Vicente, quienes fueron asesinados por los propios paramilitares en 2004 y 2007. El otrora ganadero fue responsable a mediados de los años 90 de la más sanguinaria expansión paramilitar en varios departamentos de la costa del Caribe colombiano, maquinada por los hermanos Castaño, jefes de las llamadas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
Tras la muerte de Carlos Castaño, Mancuso se convirtió en uno de los máximos jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), e incluso, en el marco de la desmovilización que se dio durante el Gobierno de Álvaro Uribe, acudió al Congreso en 2004 en compañía de otros jefes paramilitares. Antes de ser extraditado, estuvo un año y nueve meses en una cárcel en Antioquia.
En una comparecencia ante el sistema de justicia transicional colombiano, conocido como Justicia y Paz, el exjefe paramilitar confesó que en las zonas bajo su control, el narcotráfico le reportó ingresos a las Autodefensas por más 50 millones de dólares. En su confesión, publicada en el portal Verdad Abierta, Mancuso explicó que entre 1999 y 2004, este grupo paramilitar produjo y comercializó “119.000 kilogramos de coca, que equivalían al 15% del negocio de la droga en el Catatumbo”, región fronteriza con Venezuela. Según sus cálculos, “las FARC manejaban el otro 85%, que correspondía a unos 801.000 kilogramos de coca”.
Mancuso, conocido con los alias de El Mono o Triple Cero, y quien pronto cumplirá 50 años, ya había sido condenado en Colombia en dos ocasiones apenas de ocho años de prisión al ser encontrado culpable de 1.426 crímenes. Entre ellos se cuentan 175 casos de violaciones y abusos sexuales cometidos por los hombres que comandó en ocho departamentos, 609 de desaparición forzada, 405 de desplazamiento forzado, 149 de reclutamiento ilícito y 87 de homicidio. La Fiscalía colombiana le atribuye a Mancuso, quien fue comandante de dos de los más brutales grupos de paramilitares en la Costa Caribe, los bloques Norte y Catatumbo, haber dejado más de 8.000 víctimas. Se calcula que más de 500 nunca aparecerán fueron desaparecidas incinerando sus cuerpos en hornos crematorios o arrojándolos a los ríos.
Desde su extradición, Mancuso ha sido clave para entender las complicidades que existieron entre los paramilitares y los agentes del Estado, políticos y narcotraficantes, así como el crecimiento de grupos de autodefensa a lo largo y ancho del territorio colombiano, lo que ocasionó la peor crisis humanitaria que ha vivido el país en las últimas décadas.
ELIZABETH REYES L./El País
Diez exjefes ‘paras’ condenados en Estados Unidos
Desde que fueron extraditados por el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, 10 jefes paramilitares que comandaron las temidas Autodefensas Unidas de Colombia han sido condenados en Estados Unidos por cargos de narcotráfico.
La condena más alta ha sido para Diego Fernando Murillo, conocido como ‘Don Berna’, con 31 años. Otros como Francisco Zuluaga, Guillermo Pérez Alzate, Diego Ruiz Arroyave y Juan Carlos Sierra tuvieron penas menores a los 20 años. Y otros más, como Nodier Giraldo, Martín Peñeranda, Eduardo Vengoechea y Edwing Gómez, cumplieron condenas menores a 10 años.
Tras la sentencia de Mancuso solo quedan por escuchar sus condenas de la justicia estadounidense Rodrigo Tovar Pupo y Hernán Giraldo Serna, quienes fueron jefes de los Bloques Norte y el mal llamado Resistencia Tayrona.