Estados Unidos acusa a Corea del Norte de violar un techo impuesto por la ONU a las importaciones de combustible, al realizar decenas de transferencias de barco a barco este año, según un informe obtenido el miércoles por la AFP.
En el documento, Washington solicita a un comité de sanciones de la ONU que dictamine si Pyongyang excedió el límite anual de 500.000 barriles y exija que los países detengan inmediatamente las entregas de combustible a Corea del Norte.
“Estados Unidos y sus socios siguen estando muy preocupados por el grado de violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que se está produciendo en relación con la importación por parte de Corea del Norte de productos petroleros refinados“, señala el informe, enviado el martes al comité.
El mismo día, el presidente estadounidense Donald Trump dijo que había recibido otra “preciosa carta” de Kim Jong Un e indicó que estaba dispuesto a celebrar una tercera cumbre con el líder norcoreano.
El encuentro bilateral anterior, realizado en febrero en Hanói, fracasó por las demandas de Corea del Norte de un levantamiento de las sanciones como condición para entablar conversaciones sobre el desmantelamiento de su programa nuclear.
El límite a las importaciones de combustible se encuentra entre una serie de duras sanciones adoptadas por el Consejo de Seguridad en respuesta a las pruebas de misiles balísticos llevadas a cabo por Corea del Norte.
Estados Unidos insiste en que se debe seguir ejerciendo una “presión máxima” sobre Corea del Norte hasta que acepte abandonar su programa de armas.
Estados Unidos y Japón han documentado al menos ocho transferencias ilegales de combustible de barco a barco que involucran a petroleros con bandera de Corea del Norte, según el informe.
Washington detectó otros 70 casos entre enero y abril, aunque se desconocía el volumen de combustible descargado.
El informe de 11 páginas fue presentado por Estados Unidos y respaldado por 23 países, incluidos Australia, Francia, Alemania y Japón. Incluye imágenes de los petroleros norcoreanos amarrados junto a los barcos para la transferencia de combustible, que luego fueron llevados al puerto de Nampo, en Corea del Norte.
El año pasado, Estados Unidos acusó a Pyongyang de exceder la cuota sobre las importaciones de combustible a través de transferencias ilegales entre barcos, pero Rusia y China plantearon dudas sobre la veracidad de esas denuncias.
Un informe de un panel de expertos en marzo encontró que Corea del Norte estaba recurriendo a un “aumento masivo en las transferencias ilegales de productos petroleros y carbón de barco a barco” para burlar las sanciones.
Una de las armas clave de Corea del Norte para luchar contra las sanciones es su flota de embarcaciones, colocadas bajo banderas extranjeras y disfrazadas para evitar la detección de carga ilegal.