Edmundo González afirma que ‘no promete milagros’, pero sí tiene un plan

Edmundo González aseguró este martes que «no promete milagros, pero sí un firme compromiso de reconstruir Venezuela con justicia, unidad y verdad».

Así lo expresó en su cuenta de X, al criticar la gestión económica del gobierno en los últimos 25 años, la cual calificó como una «tragedia que ha llevado al país al colapso».

González dijo que desde 2016 el Ejecutivo «ha renovado al menos 28 veces el estado de emergencia económica, sin que se hayan visto resultados concretos que alivien la crisis».

“Cada prórroga fue acompañada de promesas de soluciones, pero ninguna de ellas llegó a materializarse”, afirmó, señalando que el balance de estos años se traduce en «pobreza, hiperinflación, migración forzada y una economía devastada».

El exdiplomático responsabilizó al gobierno por el «deterioro de la calidad de vida de los venezolanos», quienes —dijo— enfrentan una realidad marcada por «salarios indignos, servicios básicos colapsados y la falta de oportunidades».

Ante ese panorama, González aseguró que el país «necesita un cambio urgente que priorice el bienestar del pueblo y recupere la dignidad de la nación».

“Venezuela necesita salarios justos, servicios que funcionen, inversión para reactivar nuestra economía y un modelo que respete al ciudadano”, señaló. «No prometemos milagros, pero sí un firme compromiso. El compromiso de reconstruir Venezuela con justicia, unidad y verdad».

Promesas desde el exilio

Desde su abrupta salida de la Embajada de España en Caracas hasta su promesa de regresar a Venezuela el 10 de enero, Edmundo González Urrutia ha desempeñado un papel intensamente debatido en la política nacional, especialmente tras ser elegido como candidato presidencial de la Plataforma Unitaria Democrática, luego de la inhabilitación de María Corina Machado.

Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), Nicolás Maduro fue el vencedor, pero el comando opositor “Con Venezuela” afirma que González Urrutia obtuvo más del 67 % de los votos.

El 7 de septiembre de 2024, ante una orden de captura dictada por el Ministerio Público por presuntos delitos como usurpación de funciones, conspiración y asociación para delinquir, Edmundo González abandonó Venezuela y llegó a España, donde inició su solicitud de asilo político. Posteriormente, el Cicpc emitió una nueva orden de captura el 2 de enero de 2025 y ofreció una recompensa de 100.000 dólares por su captura.

Ha visitado varias capitales del mundo, incluyendo Madrid, Bruselas, París, Berlín, Roma y Washington, donde ha sostenido reuniones con líderes políticos, organismos multilaterales y defensores de derechos humanos. En estos encuentros ha abogado por una «transición democrática en Venezuela, la liberación de los presos políticos y el respeto a los resultados electorales».

Una sorpresa que no ocurrió

Meses antes del 10 de enero de 2025, fecha en la que el candidato electo debía juramentarse ante la Asamblea Nacional, Edmundo González Urrutia había prometido regresar a Venezuela para «asumir el cargo de presidente».

A pesar de que se había planeado una «toma de posesión» respaldada por líderes internacionales, incluidos varios expresidentes latinoamericanos del Grupo IDEA, esta no se llevó a cabo.

González Urrutia argumentó que sus planes se vieron «obstaculizados» debido al cierre del espacio aéreo, lo que llevó al despliegue de aviones militares con el fin de impedir cualquier intento de ingreso de él y sus aliados. El 10 de enero, finalmente, Nicolás Maduro fue investido para un nuevo período presidencial.

Durante su exilio, Edmundo González ha mantenido una agenda marcada por giras, pocas apariciones públicas, declaraciones restringidas a comunicados oficiales y publicaciones reiteradas en las que denuncia la detención de su yerno, Rafael Tudares, quien fue arrestado el 7 de enero de 2025, bajo el argumento de un «supuesto grado de complicidad».