Manuela Picq fue víctima de la represión de la policía antimotines durante la marcha de los indígenas en la capital ecuatoriana. Aseguran que el ejecutivo de Rafael Correa quiere expulsarla del país.
Tras haber sido víctima de la represión policial y luego de haber sido arrestada, la periodista francesa Manuela Picq fue trasladada primero al Hospital Eugenio Espejo y luego a una clínica privada.
De acuerdo a lo que informa El Comercio, la comunicadora fue detenida junto con su pareja Carlos Pérez Guartambel, presidente de la Ecuarunari, cuando se encontraban en la marcha de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) con trabajadores, jubilados, médicos y ciudadanos que se manifestaron en contra del gobierno de Rafael Correa.
La detención se produjo en una acción de la policía antimotines, que arremetió contra los manifestantes que intentaban, con troncos, romper el cerco policial para llegar al Palacio de Gobierno, ubicado a dos cuadras del lugar.
El mismo periódico consigna que en las puertas del hospital permanecieron compañeros de Manuela Picq, a la espera de noticias sobre su estado de salud y pedían que no la arresten gritando «no tienen ninguna orden, eso sería un secuestro».
Pasada la medianoche, Fundamedios emitió una alerta, para denunciar que Manuela Picq, profesora de la Universidad San Francisco de Quito, podría ser deportada.
Un amigo de la periodista y una asambleísta confirmaron que la policía pidió su pasaporte para luego proceder a su deportación. «Un piquete de uniformados espera a Picq para llevarla al aeropuerto», dijo Fundamedios.
«UN PIQUETE DE UNIFORMADOS ESPERA A PICQ PARA LLEVARLA AL AEROPUERTO»
Picq vive desde hace más de ocho años en Ecuador y es conocida por ser corresponsal de medios como la cadena Al Jazeera y la revista digital Upside down world. En varias ocasiones cubrió los procesos de movilización ciudadana, en donde también ha resultado agredida físicamente mientras hacía su trabajo.
Rafael Correa descartó el diálogo con los opositores
El presidente de Ecuador advirtió, en un encendido discurso ante sus simpatizantes, que no se «someterá al chantaje» de las fuerzas opositoras que protestaron este jueves contra el gobierno con violentas marchas y el bloqueo de vías.
«Lo que no lograron en las urnas, lo quieren lograr con piedras, palos, chantajes (y nos dicen): o te sometes Correa o te cerramos las carreteras. ¡No atemorizan a nadie, vayan a ordenar a su casa, señores!», afirmó el mandatario.
Correa señaló que no «se puede hablar» con dirigentes sindicales e indígenas que asumen «esas posturas», en alusión a los cortes de carreteras y enfrentamientos que se produjeron durante la jornada de protesta, una de las más fuertes que ha enfrentado el mandatario en ocho años de gobierno.
«No es arrogancia, no es falta de oídos, pero someterse a esa prepotencia sería la peor de las claudicaciones», advirtió el presidente.
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