El conservador Ebrahim Raisi fue elegido como nuevo presidente de Irán, anunció este sábado el Ministerio del Interior del país.
Obtuvo 17,9 millones de votos, mientras que su rival más próximo, el excomandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, Mohsen Rezaei, contó con el apoyo de 3,4 millones de ciudadanos.
Se trata de la segunda vez que Raisi, de 60 años, se postula a la Presidencia. En el 2017, perdió las elecciones ante Hasán Rohaní, tras lograr el 38,3% de los votos frente al 57% del actual presidente.
Rezaei afirmó a través de su cuenta en Twitter que la victoria de Raisi «promete el establecimiento de un gobierno fuerte y popular para solucionar los problemas del país». Mientras tanto, otro participante en la carrera presidencial, el moderado Abdolnasser Hemmati, respaldado por 2,4 millones de ciudadanos, afirmó que espera que el nuevo gobierno «proporcione motivos de orgullo para la República Islámica de Irán, mejore la economía y la comodidad de la vida y el bienestar de la gran nación de Irán».
El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó a Raisi por su victoria en las elecciones, señalaron desde el Embajada rusa en Teherán.
Crítico con Occidente sancionado por EE.UU.
Raisi es un duro crítico con Occidente. No presentó un programa electoral detallado en el ámbito de la política o la economía, pero se expresó a favor de la revitalización del acuerdo nuclear del 2015.
Actualmente se desempeña como presidente del Poder Judicial de Irán, cargo que ocupa desde el 7 de marzo de 2019 tras ser nombrado por el líder supremo del país, Alí Jamenei.
Será el primer presidente iraní sancionado por EE.UU. antes de llegar al poder. Washington impuso restricciones contra Raisi tras acusarlo de participar en una ejecución masiva de prisioneros políticos en 1988, así como por su trabajo en el Poder Judicial de Irán, uno de los que más ejecuciones lleva a cabo en el mundo. Mientras tanto, los defensores del político rechazan las acusaciones al respecto.
Presuntamente la participación más baja en la historia
En las elecciones que se celebraron este viernes participaron más de 28 millones de las 59 millones de personas con derecho a voto. Durante la campaña electoral, Raisi gozó del apoyo de Alí Jamenei y se esperaba que ganase, recoge Reuters.
Mientras tanto, muchos ciudadanos decidieron ignorar las elecciones y no votar debido a su descontento con la difícil situación económica y las restricciones a la libertad. Además, criticaron la falta de opciones, ya que las autoridades no permitieron participar en los comicios a los principales rivales de Raisi, indica AP. De acuerdo con la agencia, las presidenciales «parecieron registrar la participación más baja en la historia de la República Islámica».
Los comicios tienen lugar cuando Teherán se encuentra en negociaciones para restablecer el pacto nuclear Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), que EE.UU. abandonó unilateralmente en el 2018 y reintrodujo sanciones contra la República Islámica. En ese contexto, Reuters destaca que no será el presidente del país, sino Alí Jamenei quien adoptará la decisión final respecto a todos los asuntos estatales, como la política exterior o nuclear.