En la filtración, Francisco Santos criticó al canciller saliente Carlos Holmes Trujillo.
El presidente de Colombia, Iván Duque, pidió al embajador de su país en EE.UU., Francisco Santos, regresar a Bogotá tras la filtración de un polémico audio en el que criticó a funcionarios de su Administración.
Medios locales reportan que Duque habría pedido a Santos regresar a Colombia para sostener una reunión y analizar la polémica conversación que sostuvo con la nueva canciller, Claudia Blum, en un café en Washington D.C., EE.UU.
Declaraciones sobre EE.UU.
En la conversación, difundida por Publimetro, Santos y Blum discutieron sobre la agenda nacional, Venezuela y el Departamento de Estado de EE.UU., que según el embajador, «está destruido» bajo la Administración de Donald Trump.
«Aquí el Departamento de Estado, que era importantísimo, está destruido, no existe […] Trump puso a [Rex] Tillerson y le salió con un chorro de babas», dijo Santos a Blum, agregando que actualmente, salvo por el secretario Mike Pompeo, el resto de los funcionarios en la dependencia no tienen «peso».
Administración de Duque
Los diplomáticos intercambiaron puntos de vista a raíz de la llegada de Blum a la Cancillería, tras la salida de Carlos Holmes Trujillo, quien fue nombrado por Duque nuevo ministro de Defensa de Colombia.
«Yo quiero que te conozcan y vamos armando una agenda estratégica, porque Carlos [Holmes Trujillo] no hizo nada. No tenía una estrategia», dijo Santos a Blum, a lo que ella respondió que el canciller «estaba haciendo política».
Sobre las relaciones con EE.UU. en materia de Defensa, Santos afirmó que las relaciones están «superbién», pero que ahora el problema es que no tiene un interlocutor en el Ministerio colombiano, ya que el exministro Guillermo Botero «no trabajaba, no venía». «Espero que Carlos [Holmes Trujillo] sea el interlocutor», dijo.
Venezuela
Los diplomáticos colombianos dedicaron una parte importante de la conversación para hablar sobre Venezuela, la agenda de Washington, sobre el desafío del presidente Nicolás Maduro —que no es reconocido por la Administración de Iván Duque—y los recientes fracasos de Bogotá para influir en la política interna del país vecino.
«Si este señor no se va [Nicolás Maduro], Colombia no tiene futuro. Si este señor no se va, nos va a hacer la vida imposible», dijo Santos.
Según declaró el embajador colombiano en EE.UU., actualmente prepara una agenda de visita con parlamentarios europeos a la frontera de Colombia y Venezuela. «Me toca a mí inventarme cosas para que ellos tengan en el ‘top of mind’ [en la mente] Venezuela», dijo Santos.
Ante la incertidumbre del papel que tomará EE.UU. en Venezuela, Francisco Santos propuso «acciones encubiertas allá adentro, para generar ruido y apoyar a la oposición que allá está muy sola».
La canciller Blum señaló que «Colombia tiene que jugársela» porque están retrasados con Venezuela.
«La gente ya no cree, no cree en lo que hizo el Gobierno [de Iván Duque]. Esa ayuda humanitaria fue un fiasco total», dijo Blum sobre el intento de ingresar ayuda humanitaria desde Colombia a Venezuela el 23 de enero pasado, que según ha denunciado el Gobierno de Nicolás Maduro, formó parte de una estrategia de EE.UU. para justificar una intervención extranjera.
Blum y Santos se concentran en el tema de Nicolás Maduro y el intento internacional por presionar su salida del Gobierno y dice el exvicepresidente: “Creo que eso se va a mover. Aquí había varias cabezas que manejaban lo de Venezuela de una manera distinta. Lo del Tiar (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), el Departamento de Estado lo quería, la Casa Blanca no. No sé en qué momento cambió la política en la Casa Blanca. Pero aquí todavía no se ponen de acuerdo.
Trump no se va a meter en Venezuela. Pero si este señor no se va (Maduro), Colombia no tiene futuro. Si este señor no se va, nos va a hacer la vida imposible”. El embajador sostiene que en Estados Unidos se ha perdido el interés por presionar la salida de Maduro y que la tarea de la Cancillería es ponerlo en la agenda internacional. Ante lo cual, Blum intervienen: “La solución no es un golpe militar, porque los militares no lo van a sacar”.