El presidente colombiano, Iván Duque, aseguró hoy que la crisis venezolana es el «drama» de una región que dejó crecer una dictadura, al tiempo que valoró haber demandado junto a mandatarios de otros cinco países al régimen de Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI).
«Lo que vive Venezuela es un drama, es el drama de una región que por años dejó que la dictadura empezara a cobrar fuerza, vestida con el sacoleva de la democracia, hasta que por completo se tomó todos los poderes», afirmó Duque en la apertura de XXIV Reunión plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo en Bogotá.
Duque se refirió también a la misiva enviada el pasado 25 de septiembre a la CPI por Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Canadá, a los que luego se sumó Francia, solicitando que investigue supuestos crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
La carta va acompañada de informes elaborados por expertos internacionales, uno de los cuales fue escrito por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, que recoge ejecuciones extrajudiciales, torturas y detenciones arbitrarias en el marco de las protestas antigubernamentales de entre abril y julio de 2017.
También hay otro informe redactado por un grupo de expertos designado por el secretario general de Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que concluyó que existía un «fundamento razonable» para considerar que once individuos, entre ellos el presidente Nicolás Maduro, supuestamente habían cometido crímenes de lesa humanidad.
Por ello, el mandatario dijo sentirse orgulloso de haber firmado la denuncia ante la CPI «no por política sino porque es moralmente necesario».
«Me motiva invitarlos a que sigamos ejerciendo esa denuncia, pero me motiva mucho más que sigamos viendo el ejemplo de Colombia en las circunstancias. Hoy cuando en el mundo de estas revoluciones tecnológicas se exacerban sentimientos de xenofobia (…) la actitud de Colombia frente a los hermanos venezolanos es de fraternidad», afirmó.
En ese sentido, Duque reiteró su invitación a otros países de América Latina a que «asuman el compromiso» de tener un estatus de protección temporal migratoria para los venezolanos que allí llegan para que no sea sólo Colombia la que absorba «ese flujo».
Según cálculos de la ONU, cerca de 2,3 millones de venezolanos han abandonado su país debido a la crisis política, social y económica y, de ellos, casi un millón se han instalado en Colombia.
Por otra parte, el presidente calificó a los «ismos de la política», entre ellos el populismo y el clientelismo, como las grandes amenazas al desarrollo de las sociedades.
«Los ismos del populismo no son nuevos, han estado siempre, hoy lo que pasa es que se valen con muchas de estas herramientas tecnológicas para cabalgar con más facilidad pero no dejan de producir un inmenso daño», añadió.
Sobre el clientelismo, lo describió como «la política que se ejerce con cultura transaccional» y en la que «el relacionamiento de los poderes es con base en dádivas (coimas)».
«Si no cambiamos esas prácticas, el rechazo ciudadano será cada vez mayor y le seguirá abriendo camino indefectiblemente a los que quieren fracturar a todas las instituciones con esa cultura iconoclástica de querer refundar las repúblicas, que han sido los grandes gérmenes de las dictaduras que han aniquilado países de América Latina», concluyó.
A la reunión del Círculo de Montevideo, que se realiza hoy mañana, asisten el expresidente del Gobierno español Felipe González, así como los exmandatarios Julio Mario Sanguinetti (Uruguay), Leonel Fernández (República Dominicana), Ricardo Lagos (Chile) y Belisario Betancur (Colombia).
También participan el empresario mexicano Carlos Slim; la presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), Mónica de Greiff; la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, y el líder del partido español Ciudadanos, Albert Rivera. EFE