Donald Trump viajó la mañana de este sábado a California, donde más de 70 personas han muerto y otras 1.000 más están desaparecidas por el incendio más letal que haya golpeado el estado más rico de Estados Unidos, bastión demócrata que encarna la resistencia al presidente republicano.
“Parece que hay muchas más personas desaparecidas de las que cualquiera se habría imaginado”, dijo Trump a periodistas al salir de la Casa Blanca.
“Quiero estar con los bomberos”, añadió, evocando su “extraordinaria valentía”.
El incendio “Camp Fire”, declarado hace más de una semana cerca del pequeño pueblo de Paradise, arrasó con más de 57.000 hectáreas en el norte del estado. Las llamas acabaron hasta ahora con 71 vidas, luego que las autoridades hallaron los restos de ocho personas más.