Donald Trump estará, literal y figuradamente, en el centro del debate entre los candidatos republicanos que se celebra este jueves en Cleveland (Ohio). Literalmente, porque su liderazgo en las encuestas le garantiza la posición central en el escenario. Y figuradamente, porque gracias a sus últimas declaraciones sobre cómo obligará al gobierno de México a pagar por elevar un muro en la frontera con Estados Unidos ha conseguido que ningún otro aspirante le haga sombra, de momento, hasta que se enfrente a la primera pregunta mañana por la noche.
Pero el predominio de Trump también le ha llevado a estar sometido a una mayor presión por parte de los medios, incluida la cadena FOX, donde este martes concedió una entrevista. El presentador, Bill O’Reilly, le preguntó hasta tres veces cómo iba a conseguir que el gobierno de Enrique Peña Nieto asuma los costes de construir un muro en la frontera. Al candidato, que el mes pasado ya defendió el ahorro de dinero que supondría esa muralla durante una visita a Texas, le hicieron falta algo más que sus dotes de empresario para convencerle.
“Bill, están haciendo una fortuna, México está ganando mucho dinero gracias a Estados Unidos, se está convirtiendo en la nueva China en términos de comercio, están acabando con nosotros en la frontera”, afirmó Trump en referencia a las relaciones comerciales con EE UU. Esa fue la primera vez que no contestó. La segunda, se limitó a decir que “es muy simple” y que “México pagará por el muro. Yo me aseguraré de que se hace correctamente”.
Con intercambios como éste, el aspirante republicano ha logrado que la campaña electoral, de momento, gire a su alrededor. Trump aterrizó en este ciclo electoral el pasado mes de junio asegurando que entre los emigrantes de México a EE UU había delincuentes y “violadores”. Las declaraciones desataron una oleada de protestas, desde el gobierno mexicano hasta numerosas empresas, instituciones y personalidades a ambos lados de la frontera
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Pero nadie ha logrado que el magnate cambie de rumbo. Desde el primer día ha defendido su intención de construir un muro en la frontera, que ahora define como una construcción “sencilla” en comparación con la Gran Muralla china. “Es muy simple. Tú sabes que la Gran Muralla, construida hace mucho tiempo, tiene 13.000 millas de longitud. Eso es algo muy grande. Aquí estamos hablando de cacahuetes”, explicó aludiendo a la supuesta facilidad de extender un muro en las casi 2.000 millas (3.145 km.) que separan EE UU y México. “Pagarán la construcción”.
Entonces el periodista insistió por última vez: “Pero ¿cómo?” O’Reilly había sugerido antes que Trump, como presidente, podría derogar con un decreto el acuerdo comercial con México. “Qué le vas a hacer a [Peña] Nieto? ¿Qué le vas a decir? ‘Oye, que tienes que pagar el muro por 2.000 millones de dólares’, pues te va a decir que te olvides!”. Trump demostró siempre tiene respuesta: “Les voy a decir, ‘México, ¿sabéis qué? Esto no puede continuar. Vais a pagar por el muro. He dicho que ellos van a pagar y ellos lo pagarán”.
El País