Amenazado por un juicio de destitución, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un enérgico contraataque con el apoyo de sus congresistas republicanos, medios de comunicación aliados y andanadas de furiosos tuits.
Moviéndose entre la ira, la rebeldía y la autocompasión, Trump busca reparar el daño que le causó pedirle al líder de Ucrania que investigue a su potencial rival demócrata Joe Biden de cara a las presidenciales de 2020 y el posible encubrimiento de la Casa Blanca.
«Estamos en guerra», dijo el presidente de 73 años.
Para el combate, Trump alistó a sus aliados del Congreso y de los medios para desviar el foco sobre cualquier perjuicio causado a Biden y a su hijo Hunter, que trabajó en la dirección de la compañía ucraniana de gas mientras su padre era el vicepresidente de Barack Obama.
Una lista de argumentos elaborada por la Casa Blanca para que los republicanos respondan al escándalo desatado por un denunciante anónimo fue enviada accidentalmente por correo electrónico a legisladores demócratas esta semana.
El documento enumera «mitos» y «hechos» que los republicanos deberían manejar al comentar públicamente la conversación telefónica del 25 de julio entre Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Esa conversación llevó a los demócratas a ponerse en marcha para someter a Trump a un juicio de destitución por abuso de poder.
«Aquí el verdadero escándalo es que la filtración de una versión de segunda mano sobre una conversación telefónica confidencial del presidente con un líder extranjero desató en los medios un frenesí de acusaciones falsas contra el presidente», dice el texto.
«El presidente no hizo nada malo», afirmó Mark Meadows, un congresista republicano, en el clip de una entrevista de Fox Business News que fue retuiteado por Trump.
Andy Biggs, otro congresista republicano, dijo en otro clip de una entrevista en la misma cadena, también retuiteado por Trump, que el trato de los demócratas al presidente es «vergonzoso».
«El motivo real es afectar la elección del año que viene», espetó Biggs.
Trump intentó convertir el escándalo de Ucrania en una ventaja electoral el viernes, con acusaciones contra los Biden en un anuncio para su campaña de reelección.
«Joe Biden le prometió a Ucrania mil millones de dólares si despiden al fiscal que investiga la compañía de su hijo», dice un narrador mientras suena una música espeluznante de fondo.
«Pero cuando el presidente Trump le pide a Ucrania que investigue la corrupción, los demócratas quieren acusarlo y sus perros falderos mediáticos se alinean», prosigue el narrador. «Perdieron las elecciones. Ahora quieren robarse estas».
– «¡Acoso presidencial!» –
Desde hace meses el exalcalde de Nueva York y abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, ha andado detrás de las acusaciones contra los Biden, y el presidente de Estados Unidos pidió a Zelensky que las «revisara» junto con Giuliani.
El señalamiento sostiene que Joe Biden buscó la destitutción del principal fiscal de Ucrania para proteger a su hijo de una investigación de corrupción en la compañía de gas donde Hunter Biden tuvo una posición lucrativa en el tablero.
Pero Hunter Biden no ha sido encausado oficialmente por ningún delito y, según todos los informes, Joe Biden solicitó el despido del fiscal porque Estados Unidos, los países de Europa occidental y el FMI consideraban que no era lo suficientemente duro con la corrupción.
El discurso de la Casa Blanca sobre Trump y Biden ha despertado reservas incluso en algunos presentadores de programas de entrevistas de Fox que simpatizan con el presidente.
«Descartar esto como un truco político parece un intento de los defensores del presidente de hacer como que no hay nada, y hay algo allí», dijo el viernes el presentador de Fox News Chris Wallace, que tachó los argumentos de «profundamente engañosos».
Trump, por su parte, se ha estado defendiendo enérgicamente en Twitter, apuntando al denunciante «partidista» y a los «medios Fake News y su socio, el Partido Demócrata».
«¡ACOSO PRESIDENCIAL!», lanzó Trump a sus casi 65 millones de seguidores.
«No ha habido ningún presidente en la historia de nuestro país que haya sido tratado tan mal como yo», protestó a continuación. «¡Una fraudulenta caza de brujas de los demócratas!»
El mandatario republicano ha intensificado los ataques contra quienes percibe como sus enemigos mientras busca una frase hábil como «Sin colusión, sin obstrucción» con la que desestimó la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016 conducida por el fiscal especial Robert Mueller.
Adam Schiff, el congresista demócrata de California que encabeza la investigación actual que puede desembocar en juicio de destitución, ha sido uno de los blancos favoritos de Trump, refiriéndose a él como un hombre «corrupto» y «enfermo» que debería renunciar.