Cuando Italia ganó el Festival de la Canción de Eurovisión con una presentación de glam-rock, la victoria fue más que un impulso psicológico para uno de los países más golpeados por el COVID-19: efectuado ante una audiencia en vivo de 3.500 personas y bajo techo, el festival anual kitsch confirmó que Europa estaba regresando a algo parecido a la normalidad que era impensable tan sólo unas semanas antes.
Las infecciones por coronavirus, las hospitalizaciones y los fallecimientos están disminuyendo en todo el continente, después de que encabezó al mundo en casos nuevos a fines del año pasado en oleadas que costaron cientos de miles de vidas, obligaron a aplicar más confinamientos y abrumaron las unidades de terapia intensiva.
Ahora, las tasas de vacunación se están acelerando en todo el continente, y con ellas, la promesa de poder disfrutar unas vacaciones veraniegas en Ibiza, Creta o Córcega. Hay esperanzas de un renacimiento de un sector turístico que tan sólo en España e Italia representa el 13% del producto interno bruto pero que la pandemia puso fuera de combate.
“No hablamos de 2020. Hablamos de hoy en adelante”, dijo Guglielmo Miani, presidente del distrito de compras de lujo Montenapoleone de Milán, donde los turistas europeos y estadounidenses han comenzado a regresar poco a poco, atraídos en parte por reuniones presenciales con equipos de diseñadores y desayunos gratuitos en cafés icónicos. La esperanza es que los turistas asiáticos regresen el año próximo.
Europa vio el mayor descenso de nuevas infecciones y fallecimientos por COVID-19 esta semana en comparación con cualquier otra región, y también reportó que aproximadamente el 44% de los adultos habían recibido al menos una dosis de la vacuna, según la Organización Mundial de la Salud y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
El promedio móvil durante siete días de Europa para nuevos casos por cada 100.000 habitantes había sido más elevado que el de cualquier otra región desde mediados de octubre hasta los primeros días de diciembre, cediendo esa posición indeseada al continente americano durante el Año Nuevo antes de recuperarla de febrero a abril, según un análisis que hizo The Associated Press de datos de la Universidad Johns Hopkins.
Ahora, ningún país europeo se encuentra entre los 10 primeros en nuevos casos por cada 100.000 habitantes. Y sólo Georgia, Lituania y Suecia están entre los primeros 20.
Pero el coronavirus está extendiéndose en el sureste de Asia y en gran parte de Latinoamérica, y está golpeando a las Maldivas y a las Seychelles especialmente duro esta semana. El doctor Michael Ryan, jefe de emergencias de la OMS, advirtió que con la situación global aún “frágil y volátil”, en modo alguno Europa está ya fuera de peligro.
“El relajar las medidas prematuramente ha contribuido al aumento que hemos visto durante todo 2020 y durante el primer trimestre de 2021”, advirtió. “Debemos mantener el rumbo al tiempo que nos esforzamos por incrementar la cobertura de la inoculación”.
La mayor preocupación para Europa es la variante altamente contagiosa detectada por primera vez en la India, que ha puesto de rodillas al país y que ha hallado un creciente asidero en Gran Bretaña. El gobierno británico advirtió el jueves que la variante de la India es la causante del 50% al 75% de todas las nuevas infecciones y podría obligar a demorar los planes para levantar las restricciones sociales restantes el 21 de junio.
“Si algo he aprendido de este virus, es que una vez que comienza a extenderse más allá de unos pocos casos, se vuelve muy difícil de contener”, dijo Lawrence Young, virólogo de la Universidad de Warwick. “Solamente los confinamientos locales extremadamente estrictos establecidos pronto después de que se detectan algunos casos impedirán que el virus se propague”.
El incremento en los casos británicos vinculados con la variante impulsó a Alemania y a Francia esta semana a requerir que los pasajeros provenientes de Gran Bretaña guarden cuarentena.
Pero en otras partes, la euforia es real. Hay un palpable sentimiento de alivio y esperanza conforme se acerca el verano en Polonia, donde el número de nuevas infecciones diarias se ha desplomado de más de 35.000 a fines de marzo y principios de abril a unos pocos cientos. Se han aplicado más de 19 millones de dosis de vacunas en el país de 38 millones de habitantes.
La fiesta ya estaba en marcha en la ciudad holandesa de Rotterdam el fin de semana pasado cuando Maneskin — una banda italiana de rock que comenzó a darse a conocer en las calles del centro de Roma — ganó el Festival de Eurovisión.
“Todo el evento fue un alivio”, dijo el cantante Damiano David. “Este Eurovisión significa mucho, pienso, para toda Europa. Va a ser un faro”. AP