Se trata de Tashfeen Malik, quien habrían vivido entre Pakistán y Arabia Saudita hasta conocer en un sitio online de citas a su marido y cómplice del ataque, Syed Nzrim Farook. Lo que se sabe hasta ahora
Mientras se espera que las autoridades estadounidenses confirmen la autenticidad del mensaje de Facebook en el que una de los tiradores que atacaron la clínica para discapacitados en San Bernardino jura lealtad al Estado Islámico, nuevos datos sobre esta madre convertida en asesina han salido a la luz.
Nacida en Pakistán, Tashfeen Malik se mudó a Arabia Saudita a los 4 años. Cuando creció, viajó varias veces entre uno y otro país, según reveló el gobierno saudita al diario de EEUU ABC News.
En 2007 estudió en la universidad pakistaní Bahuddin Zakri y permaneció en el país hasta 2012. De acuerdo con fuentes de la inteligencia de ese país, Malik se desatacó por sus excelentes resultados académicos y, durante todo ese período, no se le conoció ninguna filiación política o religiosa.
A través de un sitio online de citas, conoció al estadounidense de origen pakistaní Syed Nazrim Farook, un abogado con el que se podría haber conocido personalmente en un viaje a Arabia Saudita en el año 2013, según fuentes de inteligencia. Luego de otro viaje en 2014, ambos habrían regresado juntos a los Estados Unidos, donde contrajeron matrimonio el mes siguiente.
Malik entró a EEUU gracias a lo que se conoce como una «visa para prometidos», para la que dio una dirección en Pakistán, que según pudo saber ABC News nunca existió.
Seis meses atrás, la pareja tuvo un bebé, a quien bautizaron con estándares más vinculados a la tradición saudita que a la pakistaní.
Sin embargo, y pese a toda la información disponible, cómo fue el proceso en el que Malik se radicalizó y colaboró con la matanza de 14 personas en una clínica para discapacitados es aún un misterio.
David Bowdich, del FBI, dijo además el viernes en conferencia de prensa que no está claro quién de los dos en la relación guió al otro en la radicalización.
El director de la agencia, por su parte, dijo que aún investigan si el ataque fue inspirado u organizado de algún modo por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), aunque todavía no hay datos que den cuenta de vínculos con alguna red mayor.
Uno de los abogados de la familia aseguró que ninguno de los dos tenía antecendentes o había mostrado alguna vez tendencias extremistas. «Nadie en la familia había visto a Farook como extremista, agresivo o teniendo algún tipo de fanatismo religioso», informó.
La familia de él contó, además, que Malik era muy tranquila y parecía conservadora y que ninguno de ellos le había visto jamás la cara gracias a un burka completo que usaba en público.