La investigación de la DEA de Estados Unidos que llevó a la captura de dos sobrinos de la Primera Dama de Venezuela, Cilia Flores, duró ocho meses y se llevó a cabo gracias a un informante que los delató
La detención de dos sobrinos de Cilia Flores, esposadel presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, supuestamente tratando de negociar 800 kilos de cocaína en Haití, revive la discusión sobre si el país caribeño se ha convertido en un narcoestado o va camino a serlo.
La investigación de la DEA de Estados Unidos que llevó a la captura de Efraín Antonio Campo Flores, ahijado del mandatario deVenezuela, y Francisco Flores de Freitas, sobrino de su esposa Cilia Flores, duró ocho meses y se llevó a cabo gracias a un informante que los delató.
Ambos serán presentados ante un juez federal en Nueva York.
Pero el caso de los parientes de la primera dama no es el primero que sacude al régimen chavista iniciado en 1999.
Las vacas de las FARC
“Bumeran Chávez” es el título del libro que publicó este año el periodista Emili J. Blasco, corresponsal en Estados Unidos del diario español ABC. Uno de sus capítulos está dedicado al narcoestado en el que se habría convertido Venezuela.
Basado en el testimonio del militar Leamsy Salazar, ex jefe de seguridad de Hugo Chávez, en el libro se señala que entre el 2006 y el 2007, en una reunión entre líderes de las FARC y Chávez, este decidió comprarles los cargamentos de droga que los guerrilleros traficaban.
“Cómprales a las FARC toda la mercancía que producen, toda la agricultura y el ganado. Págales un primer plazo de quinientos millones de dólares. ¡Le vamos a quebrar el espinazo a Uribe, pa’ joderlo!”, habría ordenado Chávez en aquella oportunidad, según el libro. Eran los tiempos en los que existía un enfrentamiento abierto entre el líder de la revolución bolivariana y el presidente colombiano Álvaro Uribe.
Según el relato de Salazar, las FARC entregaron algunas vacas que tenían una marca en la barriga. Para el jefe de seguridad de Chávez, no quedaba duda de que a esas reses se les había abierto el cuerpo para camuflar cocaína en sus estómagos y evitar así algún operativo antidrogas.
“La manera de fortalecer a los narcoterroristas era incrementando la venta de droga, y como los canales que estos habían hecho estaban siendo torpedeados por el Plan Colombia, Chávez les abrióVenezuela”, según el testimonio de un venezolano colaborador de la DEA consignado en “Bumeran Chávez”.
“Chávez dio entonces órdenes a los militares para que no detuvieran las operaciones que en territorio patrio iban a desarrollarse, y con el tiempo los mismos militares se metieron de lleno en ellas”, agregó.
Leamsy Salazar se escapó de Venezuela y hoy es informante de las autoridades de Estados Unidos.
Los que mandan
El general Hugo Armando Carvajal Barrios, fue detenido en julio del 2014 en Aruba a pedido de Estados Unidos, pero fue entregado días después a Venezuela tras fuertes presiones del régimen de Nicolás Maduro.
Sobre Carvajal pesa una orden de arresto de una corte de Florida, que busca procesarlo por narcotráfico. De acuerdo con InSight Crime, en el 2008, la Oficina de Control de Activos Extranjeros Estados Unidos (OFAC) incluyó a Carvajal, entonces director de inteligencia, en la denominada lista Clinton, al señalarlo como uno de los enlaces en la trama de intercambio de drogas por armas con las FARC.
En dicha lista también fueron incluidos Henry de Jesús Rangel Silva, a quien Chávez nombró comandante de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa en el 2012. Y a Ramón Emilio Rodríguez Chacín, ex ministro del Interior.
De acuerdo con el diario colombiano El Tiempo, en el expediente contra Carvajal en Florida se señala que entre el 2004 y el 2010, el militar y otros altos mandos habrían recibido pagos a cambio de tres objetivos: permitir el tráfico de drogas desde Venezuela, prestar seguridad y proveer información de acciones militares en ese país.
El el 2011, la OFAC también incluyó en la lista Clinton a otros cuatro funcionarios venezolanos, luego de analizar las computadoras del comandante de las FARC Raúl Reyes, muerto en un bombardeo de Estados Unidos en marzo del 2008. En la lista figuran Cliver Antonio Alcalá Cordones, que fue jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral de Guyana del Ejército; el congresista Freddy Alirio Bernal Rosales, ex alcalde de Caracas, el oficial de inteligencia Ramón Isidro Madriz Moreno y Amílcar Jesús Figueroa Salazar, un político descrito acusado de ser traficante de armas para las FARC.
Puerto Cabello
Otra pieza clave en esta trama sería el empresario y narcotraficante venezolano Walid Makled, quien fue arrestado en Colombia en el 2010 y pedido en extradición por Estados Unidos para procesarlo por narcotráfico. Makled tenía a su cargo la concesión del estratégico Puerto Cabello, en el estado de Carabobo, que era usado como punto de salida de droga por la vía marítima.
En el 2010, en entrevistas a medios colombianos y estadounidenses, Makled señaló a Carvajal como su enlace con el gobierno chavista. También dijo que había dado al general Rangel Silva y a unos 40 generales y políticos un millón de dólares al mes provenientes de sus actividades ilegales.
Makled manifestó que quería ser extraditado a Estados Unidos para contar todo lo que sabía y que tenía documentos que probaban sus señalamientos.
La DEA lo quería en Estados Unidos para que colaborara con sus investigaciones, pero finalmente Caracas logró que fuera entregado en el 2011 a Venezuela, donde purga una condena de 14 años y seis meses de cárcel.
La droga colombiana
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha dicho que más de 200 toneladas de cocaína producida al año en Colombia (más de la mitad del total) se trafica a través de Venezuela hacia Europa y Estados Unidos. No ha señalado que el país sea un narcoestado, pero ha indicado que esa situación se da porque en el país hay «ambiente permisivo y corrupto».
El mandatario venezolano ha negado esas acusaciones, calificándolas de una campaña de desprestigio que suele emplear Estados Unidos para empañar el «éxito» de su gobierno.
Aunque varios funcionarios venezolanos han sido señalados y sancionados por Estados Unidos por sus vínculos con el narcotráfico y otros están en la mira, ninguna pesquisa por narcotráfico había tocado al círculo íntimo Maduro.