Después del “No” en el referéndum griego, todas las miradas apuntan al BCE

Tras la victoria del “No” en el referéndum del domingo en Grecia, todas las miradas estaban puestas este lunes en el Banco Central Europeo (BCE), considerado como la única institución capaz de calmar a los mercados e impedir que colapse la economía griega.

“Nuevamente le corresponde al BCE hacer el trabajo sucio”, afirmó este lunes Carsten Brzeski, economista de ING, quien considera que la victoria del “No” en Grecia, “no le facilita la vida” al emisor europeo.

 

Hasta la celebración del referéndum, el BCE acordó mantener abierta la línea de liquidez para los bancos griegos, lo que por ende, mantendría a flote la economía del país, a través del sistema de préstamos de urgencia (ELA, por sus siglas en inglés).

 

La decisión tomada el 28 de junio de no elevar el techo de la asistencia de liquidez de emergencia, fue considerada como una forma de equilibrar las diferentes posiciones de los 25 gobernadores de la entidad, que toman las decisiones del emisor europeo.

 

El BCE pareció apretar el botón “pausa” a la espera de decisiones políticas. Para Nicolas Chéron, de CMC Markets, ahora “los políticos esperan la reacción del BCE para tomar decisiones”.

 

El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, dijo este lunes que el nivel de liquidez que provee el BCE a los bancos griegos “no puede reducirse”, aunque recordó que el BCE tiene independencia a la hora de decidir.

 

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tiene previsto hablar por teléfono con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, el presidente del Consejo de Europa y el jefe del BCE, Mario Draghi, quien durante la jornada presidirá la reunión de gobernadores.

 

– Posición inalterable –

 

En este contexto, la canciller alemana, Angela Merkel, se desplazará a París para reunirse con el presidente francés, François Hollande, antes de la cumbre excepcional de la zona euro del martes.

 

Sin que haya en perspectiva un acuerdo rápido entre Atenas y sus acreedores, en un momento en que Alemania expresó que esta posibilidad es “difícil imaginar”, “el BCE no tiene base para seguir enviando euros a Atenas”, destacó el economista de Berenberg Holger Schmieding.

 

En este sentido, las condiciones formales de concesión de los préstamos de urgencia están a punto de explotar. Los bancos griegos, cerrados desde hace una semana por el feriado bancario decretado por las autoridades para proteger el sistema financiero, podrían volverse insolventes y sus garantías para poder acceder a la liquidez que otorga el BCE disminuyen.

 

En tanto, Atenas defiende que se suba el límite impuesto para los créditos de emergencia, para volver a abrir los bancos y evitar un “Grexit”.

 

– Una moneda paralela –

 

Si el país no recibe un flujo de liquidez, debería entonces recurrir a una moneda paralela para poder pagar sus facturas, los salarios y las jubilaciones.

 

El presidente del Parlamento Europeo dijo el domingo que a partir del momento en que se introduzca este mecanismo, Grecia saldría del euro.

 

Sin embargo, algunos miembros del consejo del banco emisor consideran que Grecia ha violado continuamente las reglas que conforman la unión monetaria por lo que en las últimas semanas, el presidente del Banco Central de Alemania, Jens Weidmann, se ha opuesto persistentemente a la mantención del mecanismo de urgencia.

 

Con el apoyo del delegado de Eslovaquia y de los bancos centrales de los países bálticos, esta postura podría ganar fuerza, para reunir una mayoría de dos tercios en la junta de gobernadores necesaria para cortar el mecanismo ELA.

 

Sin embargo, para el economista del Deutsche Bank George Saravelos, “la mantención de los ELA en los niveles actuales es el panorama más probable, al menos hasta que se materialice una reacción política por parte de Europa.

 

Sin embargo, la paciencia del BCE podría agotarse hacia final de mes, cuando venza el 20 de julio el pago de 3.500 millones de euros (3.900 millones de dólares) que Grecia debe al BCE .

 

Si Grecia no puede hacer frente a este pago y cae en default, “será muy difícil que el BCE siga manteniendo los ELA”, considera Brzeski. AFP