Desastre ecólogico tras el accidente de tren en Ohio: Claves para entender las consecuencias a corto y largo plazo

Accidente de tren en Ohio

Los dolores de cabeza y los olores químicos persistentes del descarrilamiento de un tren en llamas en East Palestine, Ohio, Estados Unidos, han dejado a los residentes preocupados por su aire y agua, y la información errónea en las redes sociales no ha contribuido.

Por: Andrew J. Whelton*

Los funcionarios estatales ofrecieron más detalles del proceso de limpieza y un cronograma del desastre ambiental durante una conferencia de prensa el 14 de febrero de 2023.

Casi una decena de vagones que transportaban productos químicos, incluido cloruro de vinilo, un carcinógeno, descarrilaron la noche del 3 de febrero de 2023, y el fuego generado en el sitio despidió un humo negro y acre.

Las autoridades dijeron que habían examinado más de 400 casas cercanas para detectar contaminación y que estaban rastreando una columna de productos químicos derramados que mataron a 3.500 peces en los arroyos y llegaron al río Ohio.

Sin embargo, la lenta liberación de información después del descarrilamiento ha dejado muchas preguntas sin respuesta sobre los riesgos y el impacto a largo plazo. Le hicimos cinco preguntas sobre las emisiones químicas a Andrew Whelton, un ingeniero ambiental que investiga los riesgos químicos durante los desastres.

Comencemos con lo que había en los vagones del tren. ¿Cuáles son los productos químicos más preocupantes para la salud humana y el medio ambiente a largo plazo, y qué se sabe hasta ahora sobre el impacto?

Las principales preocupaciones ahora son la contaminación de los hogares, el suelo y el agua, principalmente por compuestos orgánicos volátiles y compuestos orgánicos semivolátiles, conocidos como COV y COSV.

El tren tenía casi una decena de vagones con cloruro de vinilo y otros materiales, como acrilato de etilhexilo y acrilato de butilo. Estos productos químicos tienen diferentes niveles de toxicidad y diferentes destinos en el suelo y las aguas subterráneas.

Desastre ecológico en Ohio, Estados Unidos

Las autoridades estiman que 3.500 peces de 12 especies diferentes murieron en cursos de agua cercanos como resultado del descarrilamiento. (Foto: Reuters)

Las autoridades han detectado algunos de esos productos químicos en la vía fluvial cercana y partículas en el aire del incendio. Pero hasta el momento, se desconoce el destino de muchas de las sustancias químicas.

También se liberaron una variedad de otros materiales, pero la discusión sobre esos productos químicos ha sido limitada.

Las autoridades estatales revelaron que una columna de contaminación liberada en el arroyo cercano había llegado al río Ohio. Otras ciudades obtienen su agua potable del río y fueron advertidas sobre el riesgo.

Cuanto más lejos se mueva esta columna río abajo, menos concentrado estará el químico en el agua, lo que representará un riesgo menor.

A largo plazo, el mayor riesgo está más cerca del lugar del descarrilamiento. Y nuevamente, hay información limitada sobre qué químicos están presentes, o se crearon a través de reacciones químicas durante el incendio.

Todavía no está claro cuánto se fue a los desagües pluviales, se descargó por los arroyos o se depositó en el fondo de las vías fluviales.

También hubo una gran cantidad de material particulado quemado. El humo negro es una clara indicación. No está claro cuánto se diluyó en el aire o cayó al suelo.

¿Cuánto tiempo pueden permanecer estos químicos en el suelo y el agua, y cuál es su riesgo potencial a largo plazo para los humanos y la vida silvestre?

Cuanto más pesado sea el producto químico, más lento se degrada y es más probable que se adhiera al suelo. Estos compuestos pueden permanecer durante años si no se toman medidas.

Después de la ruptura del oleoducto del río Kalamazoo en Michigan en 2010, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. excavó un afluente donde se asentó el petróleo. También hemos visto en los derrames de petróleo en las costas de Alaska y Alabama que los productos químicos del petróleo pueden llegar al suelo si no se toman recaudos para remediarlo.

El impacto a largo plazo en Ohio dependerá en parte de la rapidez y la profundidad de la limpieza.

Si se excavan y eliminan los suelos y líquidos muy contaminados, se pueden reducir los impactos a largo plazo. Pero cuanto más tarde la eliminación, más lejos se puede propagar la contaminación. Lo mejor para todos es limpiar esto lo antes posible y antes de que llueva en la región.

Tren descarrilado con sustancias tóxicas en Ohio, Estados Unidos

Foto: Reuters

Se han desplegado barreras en un arroyo cercano para capturar productos químicos. Se han desplegado dispositivos de extracción de aire para eliminar los productos químicos de las vías fluviales.

La extracción con aire hace que los productos químicos ligeros abandonen el agua y entren en el aire. Esta es una técnica de tratamiento común y se usó después de un derrame de petróleo en 2015 en el río Yellowstone cerca de Glendive, Montana.

En el sitio del descarrilamiento en Ohio, los trabajadores ya están removiendo tierra contaminada a una profundidad de hasta alrededor de 2 metros cerca de donde se quemaron los vagones.

Algunos de los vagones del tren se drenaron intencionalmente y se prendió fuego a los productos químicos para eliminarlos. Ese fuego tenía un humo negro espeso. ¿Qué le dice eso acerca de los productos químicos y los riesgos a largo plazo?

La incineración es una forma de eliminar los productos químicos peligrosos, pero la destrucción química incompleta crea una gran cantidad de subproductos. Los productos químicos pueden destruirse cuando se calientan a temperaturas extremadamente altas, por lo que se queman por completo.

La columna de humo negro que viste en la televisión era una combustión incompleta. Se crearon una serie de otros productos químicos. Los funcionarios no necesariamente saben cuáles eran o adónde fueron hasta que lo evalúan.

Sabemos que las cenizas pueden presentar riesgos para la salud, por lo que realizamos pruebas dentro de los hogares después de incendios forestales donde se queman las estructuras.

Esta es una de las razones por las que el director de salud del estado les dijo a los residentes con pozos privados cerca y a favor del viento del descarrilamiento que usen agua embotellada hasta que puedan analizar sus pozos.

La EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.) ha estado evaluando las casas cercanas al descarrilamiento por problemas de calidad del aire interior. ¿Cómo llegan estos químicos a los hogares y qué les sucede en los espacios cerrados?

Las casas no son herméticas y, a veces, entra polvo y otros materiales. Puede ser a través de una puerta abierta o el alféizar de una ventana. A veces la gente lo rastrea.

Hasta el momento, la EPA no ha reportado evidencia de niveles altos de cloruro de vinilo o cloruro de hidrógeno en las aproximadamente 400 viviendas analizadas. Pero ha faltado una transparencia total. El hecho de que una agencia esté haciendo pruebas no significa que esté probando lo que necesita probar.

Informes en los medios hablan de cuatro o cinco productos químicos, pero el manifiesto de Norfolk Southern también enumera un montón de otros materiales en tanques que se quemaron. Todos esos materiales crean potencialmente de cientos a miles de VOC y SVOC.

¿Los funcionarios del gobierno están haciendo pruebas de todo lo que deberían?

La gente de la comunidad ha informado de dolores de cabeza, que pueden ser causados ​​por COV y otros productos químicos. Es comprensible que estén preocupados.

Las autoridades federales y de Ohio necesitan comunicar mejor lo que están haciendo, por qué y qué planean hacer. No está claro qué preguntas están tratando de responder. Para un desastre de esta magnitud, se ha compartido muy poca información sobre las pruebas.

En ausencia de esta transparencia, la desinformación está llenando ese vacío. Desde la perspectiva del propietario de una vivienda, es difícil comprender el verdadero riesgo si los datos no se comparten.

*Andrew J. Whelton es profesor de Ingeniería Civil, Ambiental y Ecológica, Director del Consorcio de Plomería Saludable y Centro para la Seguridad de Plomería, Universidad de Purdue, Estados Unidos.

*Este artículo fue publicado en The Conversation y fue reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons.