Desacuerdo en Madrid, Sanidad recomienda cierre total y Presidenta Díaz Ayuso firme solo con cierres parciales

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha pedido el cierre de la ciudad de Madrid por el aumento de los contagios de coronavirus en la región dentro de una batería de recomendaciones que difieren de las nuevas medidas que ha anunciado el gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso.

Illa, que ha comparecido tras la reunión del Comité de Seguimiento del coronavirus en una suerte de contraprogramación a la rueda de prensa del viceconsejero de Salud de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha pedido que esas restricciones de movimiento, aforo y horarios para las 45 áreas más afectadas de la comunidad se expandan a toda la ciudad y, también, para el resto de localidades de Madrid que superen una tasa de 500 infectados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

“La Comunidad de Madrid es la que toma las decisiones. Nosotros hemos hecho nuestras recomendaciones”, afirmó Illa.

De la misma manera, Illa también ha pedido a Madrid que prohíba el consumo en las barras de los bares y restaurantes y que reduzca el aforo de las terrazas al 50%. Además, ha recomendado que los ciudadanos solo se muevan para lo estrictamente imprescindible dentro de la Comunidad.

Estas peticiones difieren de los criterios de los de la Comunidad, que mantiene la cifra de criba en 1.000 infectados y que no ha restringido el movimiento en la región, no ha ampliado las restricciones en el resto de su territorio, ha mantenido las reuniones en seis personas y no ha adelantado el cierre de bares y restaurantes ni reducido el aforo de las terrazas.

Illa advierte a Ayuso: “Veremos qué pasa en los próximos días”.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid va por libre. Pese a que el covid sigue avanzando sin control en la región, Isabel Díaz Ayuso ha decidido desoír las «recomendaciones» del Ejecutivo central. El Ministerio de Sanidad pedía adoptar medidas drásticas, hacerlo ya y hacerlo en todo o en gran parte de la autonomía. Entre ellas, confinar todo Madrid ciudad y aquellos municipios con una incidencia acumulada superior a 500 positivos por cada 100.000 habitantes. En cambio, Ayuso solo suma ocho zonas básicas de salud a las 37 que se ‘cerraron’ el pasado lunes. Desatiende así las peticiones expresas que le lanzó el titular de Sanidad, Salvador Illa, cuando este reclamó actuar «con determinación» y no de manera «gradual», ya que el avance del virus está desbocado.

La paz que firmaron Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso el pasado lunes en la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico, ha durado apenas cuatro días. El desencuentro es un hecho ya insoslayable. La prueba palmaria es que, apenas diez minutos antes de que arrancara la rueda de prensa convocada por la Comunidad de Madrid para comunicar sus nuevas y tibias restricciones, el Gobierno central anunció por sorpresa la comparecencia de Illa. Una contraprogramación que evidenciaba la disconformidad del ministerio respecto a las decisiones de Madrid, de las que había sido previamente informado. Durante su rueda de prensa, el titular de Sanidad evitó lanzar reproches, pero sí remarcó que quería que la opinión pública conociera las «recomendaciones» que ayer trasladó al Gobierno regional durante la reunión del Grupo Covid-19, el «espacio de colaboración» que acordaron crear Sánchez y Ayuso el pasado lunes.

El próximo lunes, las restricciones ya puestas en marcha en 37 áreas básicas se amplían sólo a ocho zonas, con 167.000 habitantes.

Estas áreas, que tienen más de 1.000 casos por 100.000 habitantes, son: el área de Panaderas (Fuenlabrada), Miguel Servet (Alcorcón) y las de Madrid ciudad: García Noblejas (Ciudad Lineal ), Vicálvaro, Orcasitas (Usera) y Campo de la Paloma y Rafael Alberti (Vallecas), En estos lugares se impondrán restricciones de movilidad (con muchas excepciones), reuniones de hasta seis personas (en toda la región), cierre de locales, incluido bares y restaurantes, a las 22 horas, entre otras. Además ha informado de la apertura de hoteles para acoger a los que ciudadanos que deban aislarse y no puedan.