La justicia de EE UU revela por error que preparaba en secreto una acusación contra Assange
El Departamento de Justicia de EE UU ha preparado una acusación contra el fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, de 47 años, en un procedimiento secreto que ha sido revelado en la noche de este jueves por error, según han publicado varios medios estadounidenses. La fiscalía de este país ha imputado varios cargos a Assange, que reside en la Embajada ecuatoriana en Londres desde hace seis años, aunque todavía no están claros los delitos de los que se le acusa. Hace años Estados Unidos estudió posibles cargos contra el hacker australiano por conspiración, robo de propiedad gubernamental y violación de la Ley de Espionaje por la gran filtración de Wikileaks en el año 2010, en la que se publicaron cientos de documentos clasificados de este país.
Ha sido Wikileaks quien ha informado del procedimiento secreto contra su fundador en la noche de este jueves. La organización ha explicado que la fiscalía reveló sin darse cuenta la existencia de la acusación contra Assange en una demanda judicial de un caso que no está relacionado: «Primicia: el Departamento de Justicia ‘accidentalmente’ reveló la existencia de inculpaciones clasificadas (o un borrador de ellas) contra el editor de WikiLeaks Julian Assange en un aparente error de ‘copiar y pegar’ en un caso no relacionado», ha publicado Wikileaks en su cuenta de Twitter.
El fiscal federal adjunto, Kellen S. Dwyer, instó a mantener bajo secreto el caso de Assange «debido a la sofisticación del acusado y la publicidad que le rodea» en un escrito a un juez. Dwyer trataba de archivar un caso separado y urgía al magistrado a que mantuviera clasificado el archivo. «Es probable que ningún otro procedimiento mantenga confidencial el hecho de que Assange ha sido imputado», escribía Dwyer en el texto, en el que defendía que el caso se mantenga oculto hasta que el fundador de Wikileaks fuese detenido.
Uno de los abogados de Assange, Barry J. Pollack, ha declarado al Washington Post que «la única cosa más irresponsable que imputar a alguien por publicar información veraz sería poner en un escrito público información que claramente no estaba destinada al público y sin avisar a Assange». «Obviamente, no tengo ni idea de si realmente le han acusado o de qué, pero la idea de que se puedan imputar delitos federales por publicar información veraz es un precedente peligroso», ha añadido Pollack.
Según fuentes del Wall Street Journal, el Departamento de Justicia cada vez se muestra «más optimista» de que Assange pueda acabar delante de un tribunal norteamericano dado el «deterioro de la relación entre Assange y el Gobierno ecuatoriano». Esta relación ha empeorado desde la victoria en las elecciones ecuatorianas del actual presidente del país, Lenín Moreno, quien describió a Assange como «una piedra en el zapato» y calificó su presencia en la Embajada como «insostenible». De hecho, a finales del mes pasado, la justicia ecuatoriana desestimó la última alternativa a la que recurrió el fundador de Wikileaks para no someterse en la Embajada a un estricto régimen de visitas, comunicaciones y aseo, al rechazar la acción de protección que había presentado el exjuez español Baltasar Garzón. El defensor del hacker australiano quería deslegitimar el nuevo protocolo, alegando que suponía una vulneración de sus derechos fundamentales y un «amordazamiento», pero los tribunales del país declararon improcedente su demanda.
Ecuador acogió a Assange en su embajada en Londres en 2012 cuando estaba acusado en Suecia de una agresión sexual. Aunque el caso en Estocolmo se archivó, Assange sigue recluido en la legación por temor a que su salida provoque una petición de extradición de EE UU y su inmediata detención en Reino Unido.